El deporte como un sueño humilde

La idea de entrenar cada día para jugar ante decenas de miles de espectadores y firmar contratos multimillonarios por hacer lo que les divierte no es su máxima inmediata. Por ahora, se conforman con poder usar las instalaciones de los centros de enseñanza de Málaga y conseguir residencia y manutención por parte de la Junta de Andalucía. Aún así, nadie les quita el sueño de triunfar, aunque muchos saben que sólo los mejores alcanzan la gloria, que se reserva preferentemente a deportes mayoritarios.La Consejería de Educación y diversos clubes malagueños, entre los que está Unicaja y el Málaga C.F., firmaron ayer un convenio por el que unos 100 deportistas se hospedarán en la residencia de la Universidad Laboral y verán garantizados sus estudios fuera de sus lugares de origen, tanto dentro como fuera de la provincia de Málaga.

Genoveva Tapia y Noelia Lupiáñez, de 14 y 15 años, comparten habitación en la residencia y pertenecen al Club Baloncesto Los Guindos. Genoveva es de Córdoba, donde jugaba en un equipo del que se tuvo que marchar porque no había suficientes efectivos para formar equipo este año. Estuvo en la selección española en la temporada pasada y quedarse sin club suponía un retroceso en su gran proyección, según los que la ven jugar, por lo que recibió varias ofertas. Una de ellas, de un equipo de la capital, le obligaba a ser adoptada por la familia de una de sus compañeras y "por no molestar decidí fichar por Los Guindos, donde me daban un lugar donde vivir".

Noelia es de Estepona y fue el punto de mira de los ojeadores del club, que la vieron jugar en su anterior conjunto y la ficharon. Tiene los pies en el suelo y es una entusiasta de la filosofía, carrera que espera estudiar. Es consciente de que el deporte no es un medio de vida para todos, aunque nadie le roba la ilusión de ser grande en el deporte -en estatura ya lo es, con 1'80 metros. Los logros deportivos no son ajenos al club Los Guindos, en donde juega de cadete. Las mayores, de categoría senior, ascendieron a Primera División sin perder un solo partido y este año aspiran a llegar a División de Honor.

El Kayak-polo es otra de las modalidades que han aportado logros al deporte de Málaga. Los integrantes del equipo han cambiado las aguas del Parque del Oeste de Málaga por las de la piscina de la Universidad Laboral. En ella entrenan durante todo el año preparándose para una temporada que dura tres meses y que se desarrolla en la época estival. El Kayak-Polo es similar al waterpolo, pero los cinco integrantes del conjunto usan piraguas en una piscina con mayor dimensión que la de waterpolo.

Las secciones femenina y masculina del Club Kayak -Polo Málaga se proclamaron campeonas de España recientemente y su situación de deporte minoritario no invita a pensar en ganarse la vida metiendo goles. Julián, además de entrenar seis días a la semana, intenta sacar la carrera Ingeniería a la vez que es inspector de suministro de Emasa.

Estos deportistas acuáticos están pendientes de que la Junta de Andalucía implante una beca para deportes no olímpicos el año que viene y que les beneficiaría al ser campeones nacionales.

El entrenador del Málaga C.F., Joaquín Peiró, participó en un coloquio con los deportistas acogidos a estas ayudas. Los jugadores de las categorías inferiores del Málaga C.F. soñaron despiertos mientras escuchaban las indicaciones del que en un futuro podría ser su entrenador.