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La dimisión del obispo Sanus revela las tensiones en la Iglesia valenciana

Ferran Bono

La decisión de Rafael Sanus de presentar su dimisión al Papa como obispo auxiliar de Valencia pone de relieve las tensiones existentes en el seno de la archidiócesis de Valencia. Un sector creciente del clero considera que el arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, ejerce el poder de manera autoritaria, arbitraria y absolutista, asumiendo personalmente o a través de un pequeño grupo de su confianza funciones y competencias propias de los obispos auxiliares.

"Utopías marxistas"

El alcoyano Rafael Sanus, de 69 años, presentó la dimisión hace unos pocos meses y se encuentra a la espera de que el pontífice acepte su decisión. Sin embargo, el arzobispado de Valencia, a través de su agencia de noticias (AVAN), eludió ayer la cuestión y tan sólo señaló que "de momento, no se dispone de ninguna información" al respecto.El código de derecho canónico contempla dos causas básicas que justifican la renuncia de un obispo a continuar ejerciendo su cargo antes de la preceptiva jubilación a los 75 años: las originadas por razones de salud y las derivadas del cansancio propio en el desempeño de la labor, según indicó ayer un portavoz de la conferencia episcopal. Rafael Sanus descartó ayer tajantemente que se tratara de la primera causa y apuntó, en todo caso, "un cansancio moral".

Sanus está considerado un obispo de gran formación intelectual, abierto y con gran capacidad de diálogo. De hecho, se ha convertido en el receptor de las crecientes críticas y quejas de una parte importante del clero, cansado de la forma de actuar de García-Gasco, según fuentes de la iglesia.

El obispo auxiliar Sanus asegura que se siente "totalmente marginado" por García-Gasco

No obstante, García-Gasco no ha tenido ningún reparo en salir a la opinión pública para criticar, por ejemplo, la ley de parejas de hecho promovida por el consejero de Bienestar Social, Rafael Blasco, y asumida por el Consell, que el arzobispo denostó el pasado septiembre por su presunto fundamento en "utopías marxistas".Los contactos de García-Gasco con los grupos católicos más progresistas, implicados en la defensa y promoción del valenciano, han sido nulos. El obispo auxiliar Rafael Sanus, valencianohablante, ha sido su único interlocutor. También lo ha sido para numerosos sacerdotes de distinto talante. No en vano, Sanus es profesor de la Facultad de Teología de Valencia y ha formado a muchos de ellos. La amplia preparación intelectual y teológica del obispo ha influido en el recelo mostrado por García-Gasco hacia el obispo auxiliar que, después de 11 años, ha decidio presentar su dimisión.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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