"Madrid es el escenario idóneo para una novela juvenil"

Preocupada por el protagonismo que algunas series televisivas estaban robando a la lectura, María José Gómez-Navarro se puso a rastrear los fondos editoriales en busca de libros infantiles y juveniles capaces de atrapar al lector de entre siete y 14 años. El resultado: Libros Infantiles y Juveniles para hacer Buenos Lectores (Editorial Anaba y Educación y Biblioteca), un catálogo con 160 títulos que pretende ser una guía útil para que padres y educadores acierten con la lectura que recomiendan. Pablo Barrena, Pilar Careaga y Luisa Mora, todos ellos especialistas en literatura infantil, hicieron con ella la criba de entre más de 600 volúmenes.Pregunta. ¿Es tan complicado escoger un buen libro como para necesitar una guía?

Respuesta. Para que un libro interese es necesario que responda a la etapa psicológica en la que están los chavales. A los más pequeños les gustan las historias de relaciones familiares. Luego, conforme el niño se va abriendo al mundo del otro, se comienza a interesar en las novelas de pandillas. Otra diferencia entre edades es que a un niño le gusta más el mundo fantástico, mientras que los jóvenes prefieren el realismo. Y, claro, ni un padre ni un maestro se puede leer todo lo que sale publicado.

P. ¿Cómo tiene que ser un libro infantil y juvenil para hacer lectores?

R. Los libros que tienen gancho, lo tienen porque responden a planteamientos vitales del lector: intrigan, emocionan, conmueven y divierten. También capturan porque descubren a los niños y jóvenes parcelas del mundo interno o externo. Suelen ser libros de aventuras, de actualidad o de vivencias y emociones.

P. ¿Leen menos los jóvenes ahora?

R. No, ahora se lee más aunque todavía quede un largo camino por recorrer. Lo cierto es que conforme aumenta la edad de los chavales hay más cosas que rivalizan con la lectura, como los video-juegos o la televisión. Nosotros lo que hemos pretendido es seleccionar aquellos libros que, además de buenos, son apropiados para gente que está poco acostumbrada a leer.

P. ¿Han cambiado los hábitos de lectura entre los jóvenes?

R. Mucho. Lo vemos con los clásicos. Aunque las historias puedan seguir vigentes, el lenguaje es muy descriptivo y el lector joven de hoy no está acostumbrado. El ritmo se ha quedado anticuado. Los chavales entran mejor a libros más dinámicos, con una escritura más ágil, donde todo sucede más rápidamente. Es, si se quiere, una influencia de los medios audiovisuales.

P. ¿Hay mucha narrativa que suceda en Madrid?

R. Sí, sobre todo cuando es para jóvenes. Madrid es un escenario idóneo porque se encuentra todo lo que puede ofrecer la vida. Aparece el Madrid diurno y también el nocturno con su parte más negativa, como las drogas, la delincuencia o la marginalidad, que es lo que más interesa a los jóvenes.