Educación planea cambiar el sistema de elección de los consejos escolares para facilitar el voto a los padres

La Consejería de Educación estudia cambiar el decreto que regula las elecciones a los consejos escolares para tratar de aumentar la participación de los padres, que en las últimas votaciones celebradas en 1998 apenas superó el 12%. La remodelación planeada pretende dar más autonomía a los colegios para fijar la fecha y el modelo electoral, facilitando así la votación a los progenitores."Se trataría de dar más horas para votar y que cada colegio hiciera coincidir las elecciones con la presencia de los padres en el centro para otras actividades, como entrega de notas o asambleas generales", explicó ayer el presidente del Consejo Escolar de Andalucía, Juan Ruiz Lucena.

Este cambio no entraría en funcionamiento hasta las elecciones de 2002. Para las próximas votaciones, que se celebran del 28 al 30 de noviembre de este año, Educación ha iniciado una campaña divulgativa para animar a los padres a implicarse en la configuración del principal órgano de gestión de cada centro.

Los consejos escolares se pusieron en marcha en 1985. Desde entonces la participación de los padres en su elección ha sido un caballo de batalla para las autoridades educativas. Mientras que el voto entre los otros sectores que lo componen fue mayoritario en 1998 -alumnado (62%), profesorado (89%), y personal de administración y servicios (89%)- solo acudió a las urnas el 12% de los padres. Además, el porcentaje ha ido decreciendo: en 1996 participó el 14% y el 18% en 1994.

Ruiz Lucena atribuye la baja implicación de los padres a la falta "de una cultura de la participación" y a cierta "desidia", pero también a dificultades prácticas, como que los padres sólo puedan votar un día y un reducido número de horas.

Curiosamente la participación es mayor en colegios de educación Infantil y Primaria, donde roza el 25%. "Aquí los padres son más conscientes de que el niño es débil y necesita apoyo. También quieren conocer la educación que recibe su hijo". En los centros de Secundaria la despreocupación de los padres es notable y la media de participación no llega al 12%.