"Trabajar en La Zaranda es como un premio de la lotería"

Nacida en Cádiz en 1976, a Carmen Sampalo se le cruzó en la vida, hace ahora cinco años, un grupo de teatro que ha hecho historia en Andalucía: La Zaranda. Asistió a una representación de Obra póstuma y salió convencida de su vocación. "Éste es el teatro que yo quiero hacer", se dijo. Ingresó en la Escuela de Arte Dramático de Sevilla y poco después veía cumplido su sueño. Lleva un año trabajando con la compañía jerezana, con la que ha presentado el montaje La puerta estrecha y viajará pronto por toda Iberoamérica.Pregunta. Es usted la última en llegar a La Zaranda, un grupo tradicionalmente hermético. ¿Cómo ha sido su adaptación?

Respuesta. Fue un choque fuerte. Encerrarse siete meses a trabajar en una nave ha sido duro, pero a la larga satisfactorio. Está claro que el proceso no termina aquí, es el público el que te hace crecer, pero digamos que puedo llevar la lectura de la obra a mi vida: ellos me han abierto la puerta, me han permitido conocer el teatro de la verdad.

P. ¿Qué dificultades tiene el hecho de ser mujer en una compañía de hombres?

R. Desde chiquitita he vivido siempre rodeada de hombres, en casa era la única niña y casi no tenía primas. Por eso no me he sentido extraña. Es cierto que de vez en cuando echas de menos una charlita con una mujer, hay momentos de mucha soledad en las giras. Pero los compañeros me cuidan mucho, me siento muy arropada.

P. Su primer personaje, además, parece un desafío serio. ¿Cómo lo trabajó?

R. Es una niña en busca de sus sueños, pero con la que cualquier espectador puede identificarse, se trata de un personaje muy simbólico, que entra en un mundo infernal, donde la prostituyen y maltratan.

P. ¿Hay prostitución artística y malos tratos en el panorama escénico actual?

R. La verdad es que llevo poco tiempo en esto, apenas estoy empezando a moverme en este mundillo y no puedo hablar. Además, La Zaranda está un poco al margen de la escena española.

P. ¿Le impone respeto el público sudamericano?

R. Me han hablado tanto de él, que estoy deseando viajar allí. Estuvimos un par de días en Miami y funcionó muy bien, y el FIT [Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz] también ha servido para acercarme a ese público. Yo no había salido de España hasta ahora, ni siquiera había cogido un avión antes de esta experiencia. Es como si me hubiera tocado la lotería.

P. ¿Piensa ya en ampliar sus horizontes profesionales?

R. No cierro las puertas a nada, pero me encantaría seguir en esto. El teatro para mí lo es todo, es lo que me hace sentirme realizada. No quiero plantearme el futuro: esta historia apenas acaba de empezar.