Pluses para un mejor servicio

Forman un restringido colectivo de apenas 50 trabajadores de Correos en Álava, pero desde ayer son la punta de lanza de una reivindicación que comparten los 11.000 carteros rurales que existen en España y que el próximo lunes empezarán a negociar con la empresa pública una serie de mejoras laborales. La subida del precio de los carburantes ha sacado a la luz la situación precaria de unos trabajadores que ponen su propio vehículo para repartir la correspondencia y cobran una indemnización de 26 pesetas por kilómetro que no les cubre los gastos de combustible.El caso de Fernando Almuiña, que recorre todos los días diversas localidades de Álava en una jornada de siete horas, es paradigmático. Hace cinco años consiguió una plaza de funcionario por la que cobra 130.000 pesetas al mes, lo que le obligó a comprar un vehículo que le costó dos millones. La "indemnización" que recibe por el combustible sólo le cubre dos tercios del dinero que él pone. "Adelanto unas 30.000 pesetas mensuales y la ayuda que nos dan sólo me alcanza hasta el día 20 de cada mes", dice.

Este plus salarial que entrega Correos a los carteros rurales intenta cubrir parte del seguro del coche y el gasto de combustible. Pero la subida del plus no ha sido paralela al incremento del precio de la gasolina. Según resalta Francisco Javier Martínez, responsable sindical, "este colectivo cobraba 23 pesetas por kilómetro en 1991 cuando el combustible estaba a 53 pesetas por litro. Hoy está a 130 pesetas el litro y cobra 26 pesetas por kilómetro". Mientras la gasolina ha subido un 130% en esta década, la subvención lo ha hecho en un 13%.

Todas las centrales representadas en Correos secundan las movilizaciones, que se iniciaron ayer con un paro de tres horas frente a la sede provincial en Vitoria y se prolongarán durante todo el mes de noviembre.

Consideran que los trabajadores pierden entre 15.000 y 20.000 pesetas mensuales por este concepto y dentro de sus demandas a largo plazo se encuentra la aportación "progresiva" por Correos de vehículos propios. "Somos el único país de la UE en que este colectivo debe poner su medio de transporte", señala Martínez.

En Álava, una provincia que cuenta con cerca de doscientos núcleos rurales, los carteros recorren, en conjunto, una media de 2.500 kilómetros diarios, y en los otros territorios de la comunidad la situación es similar.

Manuel Zamorano, representante de UGT en Guipúzcoa, destaca que la dispersión de las zonas rurales en dicha provincia complica más la actividad de estos profesionales. "Contamos con 10 oficinas auxiliares y con unos 50 carteros que aportan su vehículo propio", señala.

Vizcaya, por su parte, cuenta con 45 empleados de Correos dedicados a esta actividad concreta, y, según indica Jesús Pascual, portavoz sindical del colectivo, "no se han realizado movilizaciones porque se encuentran mucho más aislados que en Álava". Todos esperan los resultados de la reunión de la mesa sectorial que se celebrará el próximo lunes en Madrid, en la que pretenden aumentar a más de 50 pesetas la aportación por kilómetro.

Pascual recuerda que en toda España viven actualmente 17 millones de personas en núcleos rurales, "un millón más que hace pocos años, y sin embargo las plantillas de carteros no han aumentado".