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Adiós al abuelo desconocido

Pasaportes falsos, abuelos inventados, parientes fantasmas, ciudadanías sospechosas, conseguidas con datos fabricados por especialistas, en remotos pueblos de montaña. Ese era el destino para un jugador cualquiera con un poco de talento y que tuviera alguna oportunidad de jugar en el calcio. Eran bienvenidos los parientes pobres, aunque fueran familiares muy lejanos, con tal de que pudieran atestiguar un parentesco cierto.Con un suspiro de alivio muchos jugadores extracomunitarios, o en vías de serlo, han recibido la noticia de la sentencia Ekong. Y es que entre los inmediatos efectos de la medida del tribunal italiano está la caída en deshuso de ciertas prácticas al límite de lo grotesco.

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Un juez italiano declara ilegal la limitación de jugadores extranjeros

El peregrinaje del Chileno Marcelo Salas, por ejemplo, al que le intentaron encontrar un pariente en Portugal, primero; en Espana, después; en italia, más tarde y por último hasta en Grecia, justo al que lleva en sus venas sangre Mapuche, pura como el cielo del sur del mundo. Se han terminado tambien en Italia las bodas entre el futbolista prometedor y la chica de provincias.

Y es que eran muchos los millones que podían escaparse como agua de entre las manos, para el club interesado, para el empresario involucrado, para el jugador esperanzado. "Es comunitario", gritaba como principal argumento de venta, el intermediario; ¿tiene pasaporte europeo?, preguntaba el presidente del club antes de saber si era zurdo o derecho, delantero o portero el fenomeno del que le hablaban.

"¿Que les hubiera costado avisar un poco antes?", se preguntará el jugador del Lazio Veron (acusado en falsificación de documentos) mientras ve cómo otros festejan la resolución.

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