Miguel Boyer defiende que se traslade al consumo todas las subidas del crudo

Todo encarecimiento del petróleo hay que trasladarlo a los precios ya que, en caso contrario, lo que se provoca es un aumento "alegre y excesivo" del consumo, "como ha ocurrido en España" hasta hace poco. Así opina el presidente de la Corporación Logística de Hidrocarburos (CLH) y ex ministro de Economía durante el primer Gobierno del PSOE, Miguel Boyer, para quien amortiguar estas subidas con rebajas de impuestos sería "demagógico y contraproducente".Boyer hizo ayer una de sus escasas apariciones públicas en un encuentro organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) para debatir los Presupuestos del año próximo. Llegó provisto de unos cuantos gráficos para intentar demostrar que la crisis actual del petróleo no es tan grave como la de años anteriores y que en España no se han aprendido del todo las lecciones de otros episodios con fuerte aumento de precios.

En la actualidad, la factura energética supone para España el 2,3% del PIB, cuando en la crisis de 1974 era del 3,6%, del 6,6% en 1981 y de más del 5% entre 1982 y 1984. No se ha llegado, como en las etapas más duras, a una inflación de dos dígitos, a una espiral de precios-salarios o a una destrucción de 2,1 millones de empleos.

En aquellas crisis, explicó Boyer, no se repercutió totalmente en precios la subida del crudo, lo que supuso un aumento de la dependencia de 12 puntos porcentuales más en España que la media europea. Ahora esa tendencia se ha invertido, lo que para Boyer es necesario, ya que la moderación en el consumo tiene efectos ambientales positivos y reduce el riesgo de depender en más de un 60% de Oriente Medio, una zona "políticamente explosiva".

Para Boyer, la actuación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en esta crisis "no es irracional". Un precio del barril del petróleo a 13 dólares no es para el ex ministro "razonable" y sí lo es un nivel de 25 dólares, en que se puede situar el precio del crudo en los próximos meses, cuando se repongan los stocks y pase lo peor del invierno.

Por su parte, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, se refirió igualmente a la crisis del petróleo y advirtió de que los Presupuestos del año próximo no van a incorporar los efectos de esta crisis.

A favor de un euro débil

Boyer se refirió también a la divisa europea y no tuvo reparos en decir que "he disfrutado con el euro débil". Ha sido "un respiro para las economías europeas", añadió. Puso en duda que se pueda recuperar la paridad con el dólar dado el diferencial de tipos de interés con Estados Unidos, la inquietud que provoca la crisis del petróleo y el papel de economía refugio que desempeña EE UU, las incógnitas que plantea la ampliación de la UE hacia "países pobres", la inexistencia del euro como moneda física y la gran disparidad política entre los países que forman la moneda. "Aquellos megalómanos que creían que la función del euro era echar un pulso al dólar han resultado un do de pecho de canario", concluyó Boyer.