Despiden del Airdrie a Archibald y sus jugadores, seis de ellos españoles

El Airdrie, club escocés de Segunda División, vuelve a estar en peligro de desaparición tras ser despedidos ayer por los liquidadores, alegando falta de pagos, el último comprador, el ex jugador y ahora entrenador Steve Archibald, y los futbolistas que había reclutado para su proyecto, entre ellos seis españoles: Antonio Calderón, García Sanjuán, Miguel Alfonso, Sánchez Broto, David Fernández y Mariano Aguilar.Archibald, de 43 años, ex delantero del Barcelona, se hizo cargo del club en julio tras decidirse su liquidación cuatro meses antes, en febrero, con deudas que superaban los 200 millones de pesetas. Los liquidadores, KPMG, decidieron ayer romper la relación que les unía. Archibald dijo que había estado en negociaciones con ellos durante todo el día, pero que no quería pagar lo que le pedían. "Nosotros acordamos abonar cada mes una determinada cantidad", comentó, "pero ellos me exigen que sean 40.000 libras [unos 11,5 millones de pesetas] y yo les digo que deberían ser 25.000 [algo más de siete] porque tengo un presupuesto que cumplir".

Al no haber un acuerdo, tanto Archibald como sus jugadores debieron coger sus pertenencias y abandonar el campo de New Broomfield. El ex internacional escocés trató hasta por la noche de arreglar la forma de pago y dijo: "Nunca había ido tan lejos en algo. Les he pedido a los liquidadores que tengan sensibilidad. Están destrozando una gran institución".

El Airdrie, club con 122 años de historia, es un segundón de los grandes, el Glasgow y el Celtic, y apenas ha llegado dos veces, en 1992 y 1995, a la final de la Copa escocesa. Cuando su desaparición parecía inminente, pues incluso fueron vendidos sus 27 jugadores, apareció Archibald, entonces entrenador del equipo, con un peculiar sistema. Con sus contactos en España, por ejemplo, se llevó hasta seis jugadores. Pidió hasta nueve nombres a la agencia española de intermediación Bahía Producciones, en la que el técnico tenía parte del negocio. El ofrecimiento eran contratos de hasta 40 millones de pesetas anuales a futbolistas que quedaran libres para no tener que pagar cláusulas de rescisión.