Aznar pierde el rumbo
El pasado viernes, José María Aznar y Tony Blair exigieron que se impulsara la reforma de la Unión Europea. Sin embargo, los acontecimientos de los últimos meses significan que España ya no puede considerarse un modelo para otros países que acarician la idea de la liberalización.Años de reformas de los mercados laboral y de productos han tenido un resultado inmensamente beneficioso para la economía española. (...) Pero a pesar de esos resultados y de esa retórica, el compromiso de Aznar con la liberalización parece vacilar. En dos áreas -energía y telecomunicaciones- el ansia de crear campeones nacionales está socavando las reformas.
En un sector eléctrico ya sumamente concentrado, se considera que la propuesta de compra de la segunda compañía eléctrica nacional, Iberdrola, por Endesa, gigante privatizado del sector, goza del beneplácito del Gobierno a pesar de cuestiones de competencia. (...) En el mercado de telecomunicaciones, el deseo de Aznar de llevar a España a la vanguardia de la tecnología ha creado problemas. Las licencias para los móviles de tercera generación se vendieron a precios irrisorios en un "concurso de belleza". (...)
Antes de que se tomen más decisiones precipitadas en dirección de la reforma, debería haber un momento para la reflexión. Es necesario consolidar los progresos logrados. Un buen principio sería reforzar las débiles autoridades sobre la competencia de España. Si utiliza su segundo mandato para impulsar con firmeza las reformas, Aznar sí podría convertir a su país en un ejemplo para otros.
Londres, 31 de octubre
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