"Hay que hablar de ideas, y no de personas"

José Antonio Díaz, de 45 años, aspira a dirigir la Federación Socialista Madrileña (FSM) a partir del 26 de noviembre próximo. Para competir por la secretaría general del partido en Madrid le apoyan, de momento, los renovadores por la base (cerca de un 20% de la FSM). Díaz aclara que no pertenece ni representa a ninguna familia. Es vicerrector de la UNED y da clases en la Facultad de Políticas y Sociología. Está casado y tiene un hijo de seis años.Pregunta. ¿Por qué se presenta?

Respuesta. Porque unos compañeros me lo han pedido. Han considerado que soy quien puede aglutinar a la FSM.

P. Va a ser un congreso movido con cinco aspirantes a dirigir el partido...

R. Es prematuro hablar de enfrentamiento. Aún hay posibilidad de acuerdos. Antes del 23 de noviembre puede conformarse un proyecto común.

P. ¿Eso sería lo deseable?

R. No lo sé. Dependerá del resultado final. Ahora hay que negociar sobre lo que tenemos en común, y no sobre lo que tenemos de diferente. Pero no hay que buscar la unanimidad por la unanimidad. La confrontación ideológica es legítima.

P. ¿Hay diferencias ideológicas entre las distintas tendencias?

R. Antes de hablar de diferencias ideológicas preferiría referirme a un proyecto que solucionara los problemas del partido y que ofreciera una alternativa para la ciudadanía. Los grupos no son un problema de la FSM, sino son el resultado de un problema previo. No sé hasta qué punto hay distintas ideologías. En muchas ocasiones son más diferencias entre personas, puede que haya demasiado personalismo. Pero prefiero hablar de ideas y de alternativas.

P. Todos los aspirantes proponen lo mismo: un proyecto común, integrador, sin personalismos...

R. Quiero ser optimista en mi proyecto integrador. No puedo hablar de otros candidatos. Ahora bien, todos queremos ser herederos del 35º congreso nacional [que ganó José Luis Rodríguez Zapatero], pero lo del 35º congreso no surgió de casualidad. Lo del 35º congreso se gestó antes, y yo estaba ahí, participando.

P. ¿A qué se debe esta proliferación de aspirantes?

R. Lo atribuyo a la fragmentación y desaparición de los grupos. Ahora hay una situación de apertura en la FSM. Y eso signica que todos los que quieren contribuir puedan dar un paso adelante. Y eso es positivo. Es un fenómeno de pluralidad. Y habrá que ir a las ideas, y no a quién apoya a quién. Yo hablaría más de proyectos.

P. ¿Y cuál es su proyecto?

R. Pues uno que agrupe a todas las corrientes.

P. ¿Y eso cómo se hace?

R. Pues no hablando de dónde viene cada uno, sino dónde quiere participar. Hay que hablar de ideas, y no de personas. Y hay que hablar de las necesidades de la sociedad, y no de las propias del partido. Aunque también hay que cambiar la FSM, que desde hace tiempo no coordina a los distintos grupos socialistas en la oposición.

P. Pero eso mismo dicen los otros candidatos...

R. Prefiero, por ahora, no hablar de diferencias. Estamos diciendo cosas parecidas, es verdad. Pero hay que fijarse en la credibilidad de cada uno, no tanto en lo que decimos como en lo que hacemos. Se trata de hacer lo que se dice.

P. ¿No ocupar un cargo institucional es un impedimento?

R. No, me parece una virtud.

P. ¿Por qué?

R. Porque el no haber estado en el enfrentamiento de la primera línea y no haber pertenecido a ningún grupo me beneficia. De otra manera, no podría jugar el papel de aglutinante.

P. ¿Se va a presentar por su agrupación, la de Carabanchel, un feudo guerrista?

R. No está decidido. Hay distintas agrupaciones que quieren que me presente por ellas.

P. ¿Qué le falta a Madrid?

R. Hay problemas de tráfico, ruido, educación, sanidad... Ese éxodo de madrileños que quieren salir los viernes es un síntoma.

P. ¿Eso es evitable?

R. Sí, si logramos hacer una ciudad habitable. Hay que apostar con la excelencia, que se consigue con unas instituciones que funcionen y un entorno de trabajo competitivo.

P. Jesús González Amuchástegui, otro aspirante que procede del mundo universitario, propugna algo parecido.

R. Coincido con Amuchástegui en varias cosas. Nos conocemos desde hace mucho y somos amigos, además de compañeros. No me extraña que algunas de las ideas que él defiende sean coincidentes con las mías. Esto no es negativo, sino positivo. No se trata de enfrentarnos por enfrentarnos, y si se puede llegar a acuerdos, pues mejor. Pero el hecho de que ahora haya tres o cuatro o siete candidatos me parece natural y saludable. Habrá que esperar a los acuerdos. No me extraña que Amuchástegui o el propio Acosta estén a favor de las mismas propuestas que yo defiendo.

P. ¿Cómo se siente en su primera aventura política?

R. Ilusionado.

P. ¿Sus apoyos son los de los renovadores por la base?

R. No. Yo no soy renovador por la base, no soy acostista, no soy guerrista, no soy renovador clásico o renovador por el tejado.