El conductor de autobús afectado por la explosión entra en "coma barbitúrico" tras sufrir un empeoramiento

Graves y menos graves

Jesús Sánchez Martínez, el conductor del autobús de la línea 53 gravemente herido por la explosión del coche bomba colocado por ETA en Madrid el lunes, se encontraba ayer en "coma barbitúrico" tras haber sufrido un empeoramiento. Su estado sigue siendo muy grave. De los 64 heridos, 11 permanecían anoche hospitalizados recuperándose de las lesiones de diversa consideración sufridas en el atentado que costó la vida al magistrado José Francisco Querol, al policía Jesús Escudero García y el conductor Armando Medina Sánchez.El conductor herido, de 35 años, tiene un diagnóstico de "traumatismo craneoencefálico con pérdida de masa encefálica y desgarro muscular en el brazo izquierdo", según el parte médico facilitado ayer por el Hospital Ramón y Cajal, donde se encuentra ingresado. Los cirujanos han tenido que practicarle una "lobectomía frontal izquierda", es decir, se le ha extraído el lóbulo cerebral de dicha zona.

Sánchez Martínez sufrió durante la madrugada de ayer un "pulmón de shock, con hipotensión arterial inestable y taquicardia". El pulmón de shock es una descompresión de dicho órgano (comprimido por el traumatismo de la onda expansiva), complicado con un edema pulmonar. La medicación con inotrópicos le ha inducido el coma barbitúrico, según fuentes médicas. Además, "mantiene presión intracraneal elevada pese al tratamiento".

El resto de los heridos, que ayer fueron visitados por Ana Botella, la mujer del presidente del Gobierno, José María Aznar, presentan mejor evolución. Sigue en estado grave pero "clínicamente estable" la niña C. M. L. G., de 11 años, con fractura abierta de tibia derecha. Cuatro personas más se encuentran en estado "menos grave". Se trata de P. M. V., de 50 años, que ha tenido que ser intervenida con cirugía plástica en el Hospital del Aire; J. R. P., de 28 años, operada en el servicio de traumatología del mismo centro; J. I. M., mujer de 46 años, con traumatismo craneoencefálico y múltiples heridas, y J. C. C., de 49 años, operado para extraerle un cuerpo extraño de la pierna izquierda. El resto de los heridos tiene una evolución clínica favorable.