Recuperados otros ocho cadáveres del submarino 'Kursk'
Ocho son los nuevos cuerpos recuperados en el Kursk, que yace en el fondo del mar de Bárents a 108 metros de profundidad. Los cuerpos fueron encontrados por los buzos rusos, que trabajaron todo el domingo, día y noche. En total se han sacado ya 12 cadáveres de los 23 que debe haber en la novena cámara, según escribió el teniente capitán Dmitri Kolésnikov en su nota antes de morir. Todos ellos han sido recuperados entrando a la octava cámara y pasando por la compuerta a la novena. Mientras los rusos puedan continuar trabajando a través de ella, se ha decidido interrumpir las labores de apertura de un agujero en el casco del submarino nuclear que permita entrar directamente a la novena cámara. Este boquete lo empezaron a realizar los buzos noruegos el pasado viernes por la noche.
Los ocho cuerpos sacados del Kursk permanecen por el momento en la plataforma Regalia, ya que los helicópteros no han podido evacuarlos debido a la niebla que reinaba en la zona del naufragio, que está situado a unos 150 kilómetros al noreste de Severomorsk.
En el hospital militar de esa base naval se encuentran los restos de los cuatro tripulantes recuperados la semana pasada. Los forenses deben proceder ahora a realizar la identificación oficial. Sólo después de esto, los cuerpos serán entregados, en ataúdes cerrados, a los familiares.
Incluso los restos de Kolésnikov permanecen todavía en el hospital militar y, por el momento, Olga, su viuda, aún no había recibido la carta de despedida que le escribió Dmitri en las últimas horas de su vida. Su marido -que cumplió los 27 años en el Kursk, dos días antes de la tragedia- solía enviarle cartas románticas. En una de las últimas que Olga recibió, le decía: "He naufragado en ti, en tus ojos y en tu alma, como un auténtico submarinista: sin espuma y sin una burbuja. Tu valiente capitán es tu prisionero eterno, y no desea la libertad...".
Olga llegó a Severomorsk con sentimientos encontrados: por una parte, está contenta de que al menos tendrá una tumba que podrá visitar y colocar flores, pero, por otra, comprende a los amigos de su marido, que también sirven en submarinos, quienes opinan que el sacar sólo unos cuantos cuerpos no es correcto.
Según los pronósticos que habían hecho los especialistas, lograrán recuperar entre un 20% y un 30% de los 118 tripulantes que había en el submarino nuclear al momento de la avería; es decir, que, además de los 23 marinos que se congregaron en la novena cámara, probablemente no se encuentre a ninguno más.
"Nadie se ha preguntado por la última voluntad de la tripulación. Ellos vivían juntos, servían juntos y juntos perecieron. Son de distintas ciudades, pero tienen una localidad en común: Vidiáyevo . Deberían haberlos sacado junto con el submarino, si así lo exigen los intereses estatales, o, en caso contrario, no tocar sus restos, dejarlos descansar en paz", dijo Olga en San Petersburgo antes de volar el sábado por la noche a Severomorsk.
Ahora, Olga está a la espera de que le devuelvan el cuerpo de su marido para llevárselo a la antigua capital imperial, donde también viven los padres de Dmitri -Román e Irina- y su hermano Alexandr.
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