_
_
_
_

El líder radical de Kosovo acepta el triunfo de Rugova, pero le acusa de fraude

Jorge Marirrodriga

El partido del moderado Ibrahim Rugova, la Liga Democrática de Kosovo (LDK), ha resultado el vencedor de las elecciones municipales en Kosovo, las primeras libres de la comunidad albanokosovar desde 1990, con el 58,13% de los votos, según confirmó ayer la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), de acuerdo con los últimos datos parciales. Los radicales de Hashim Thaci, presidente del Partido Democrático de Kosovo (PDK), arrojaron no obstante una sombra de duda sobre la limpieza de los comicios. El partido de Thaci obtuvo el 26,95% de los sufragios.

Otros datos aportados por la OSCE situaban en un 80% la participación en los comicios y aseguraban que la Liga Democrática de Kosovo se alzó con casi un 70% de los votos de los comicios en la capital, Pristina. A primera hora de la tarde Thaci ya había anunciado que aceptaba los resultados oficiales. El líder radical subrayó que el verdadero vencedor de las elecciones no es el partido de Rugova, sino el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) que él mismo comandó contra las fuerzas federales yugoslavas. Hablando como si él fuera el artífice de la celebración de las elecciones, Thaci añadió: "Mi obligación era crear las condiciones para unas elecciones democráticas. Estoy contento por haberlo conseguido".A pesar de su aceptación de los resultados horas antes de que estos fueran dados a conocer, el líder radical enumeró numerosas irregularidades que, en su opinión, se habían producido. La lista iba desde la coacción a los ciudadanos para que votaran a favor del partido de Rugova, al robo directo de votos de las urnas. "Sin estos fallos, el PDK habría alcanzado el 40% de los votos", afirmó Thaci. Un representante de su partido añadió que, por culpa de la caótica organización, en algunas circunscripciones hasta el 30% de los votantes no habían podido ejercer su derecho. Estas acusaciones apuntan directamente contra el organizador de las elecciones, la OSCE, cuyos representantes no daban abasto ayer para buscar excusas a la ausencia de cualquier dato oficial sobre el recuento a más de 46 horas de producirse el cierre de los colegios ante la perplejidad de los partidos políticos kosovares, quienes aguardaban pacientemente un dato, el que fuera. "La verdad, yo pensaba que ustedes hacían estas cosas con más rapidez", comentaba con sorna ayer un miembro del PDK.

"Tengo que admitir que hay muchas dificultades", reconoció el director de las elecciones, Jeff Fischer, quien justificó el retraso en "la necesidad de asegurar la credibilidad de los resultados". Miembros de la OSCE confirmaron que, además de los problemas derivados por el lentísimo sistema de votación, el recuento se estaba realizando a mano "escribiendo palotes en un cuaderno". Además, la OSCE permitió el voto de más de 30.000 personas que no aparecían en el censo pero tenían un documento de la organización que les consideraba registrados. Estos votos llamados "condicionales" deben verificarse uno por uno, con los datos del votante.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_