Italia triunfa ante la caída española
Crivillé y Checa volvieron a defraudar en 500cc y Alzamora acarició el podio en 125cc
La última carrera de la temporada se tiñó de tricolor. Los italianos Max Biaggi (Yamaha), Loris Capirossi (Honda) y Valentino Rossi (Honda) coparon el podio de 500cc en Phillip Island tras una tremenda lucha que involucró a un amplio pelotón de pilotos, pero que tampoco esta vez contó con protagonismo español. Las caídas de Àlex Crivillé (Honda) y Carlos Checa (Yamaha), junto con la décima posición de Sete Gibernau (Honda), pusieron un punto final muy gris a una temporada penosa.Fue una carrera preciosa, vibrante. La fila de una docena de pilotos se mantuvo prácticamente desde la salida hasta la bandera a cuadros. Del grupo protagonista sólo se fueron cayendo los españoles. Primero Checa, que arrancó bien, perdió el equilibrio en los primeros compases. Se levantó para continuar, pero la moto estaba destrozada y volvió a caerse más tarde. Lo mismo le ocurrió a Crivillé. Los dos pilotos cierran el año de forma amarga. Curiosamente, ambos encabezan la clasificación de caídas del curso (15 de Carlos y 14 de Àlex), pero en la de los puntos terminan lejos de los lugares de honor. Con el título y el subcampeonato adjudicados a Kenny Roberts y Valentino Rossi, sólo estaba en juego la tercera posición, a la que aspiraba Checa, pero su abandono le relegó al sexto lugar. Crivillé acabó noveno.
Tras las desgracias de los dos mejores españoles, pareció que Gibernau podía llegar a mezclarse en la lucha por el podio, pues se situó en la cola del grupo protagonista. Pero cuando se llegó al desenlace fue el primero en descolgarse y también cerró de forma mediocre su temporada. Mañana mismo empieza su nueva etapa como piloto de Suzuki con unos primeros ensayos en el mismo circuito de Phillip Island.
Pese al resultado de los españoles, el desenlace del Gran Premio de Australia resultó brillante. Hubo incertidumbre hasta el último momento, pero Biaggi aguantó todas las embestidas para conquistar su segunda victoria de la temporada, asegurarse la tercera posición final y dar a Yamaha el primer título de marcas desde 1993. Tras él se clasificaron sus compatriotas Capirossi y Rossi, que derrotaron en el sprint al brasileño Alex Barros (Honda) y al ídolo local Garry McCoy (Yamaha), que protagonizó una de las imágenes del año al controlar su moto con maestría cuando estuvo cerca de descabalgarle. Por su parte, el campeón mundial, Kenny Roberts, hizo una de sus peores carreras y fue séptimo.
"¡Menos mal que se ha acabado este año negro!", exclamó Crivillé, que nunca había tenido un año tan nefasto desde que corre en 500cc. "Intenté seguir al grupo de delante, pero los reglajes de la moto no eran los adecuados", explicó. Su objetivo era terminar con buen sabor de boca, pero no lo consiguió. Enseguida empezará a preparar la próxima temporada, pues su equipo ha programado numerosos ensayos para que pueda adaptarse a la nue-va moto preparada por Honda.En el caso de Checa también se prevé un invierno laborioso, pues el piloto no ha logrado buenas sensaciones con su máquina en todo el año. "Es una moto muy sensible. No te avisa antes de tirarte", dijo. "Es lo que ha pasado aquí. No lo acabo de entender porque cuando me caí no había hecho nada diferente que al pasar en otras ocasiones por ese mismo punto".
La carrera de 125cc ofreció el primer triplete del día en Phillip Island. En este caso, la exclusividad del podio fue para los japoneses porque los tres que corrieron este año en la cilindrada menor terminaron la temporada con premio. Masao Azuma (Honda) logró su primer triunfo del año al batir en el sprint a su compatriota Youichi Ui (Derbi), mientras que la tercera posición la dirimieron Noboru Ueda (Honda) y Emilio Alzamora (Honda), y fue el español quien se quedó al pie del cajón. La lucha resultó vibrante porque sólo estaba en juego el prestigio del triunfo parcial. Con el campeonato resuelto, los peces gordos quisieron conseguir la última victoria de 2000. Por eso se condujo al límite y el ritmo de la prueba se cobró numerosas víctimas. Curiosamente, al contrario que ocurriría después en la categoría reina, la mala suerte se la llevaron los italianos. Cayeron el campeón, Roberto Locatelli (Aprilia), y Lucio Cecchinello (Honda), que obligó a Simone Sanna (Aprilia) a salirse de la pista para esquivarle. Tampoco pudo pelear por ganar el francés Arnaud Vincent (Aprilia), que integró el grupo delantero pero acabó sufriendo una avería.
Tanto infortunio redujo la batalla por la victoria al duelo Azuma-Ui, que se resolvió a favor del primero, aunque el segundo se aseguró el subcampeonato. El parte de bajas dio también una inesperada posibilidad de subir al podio a Alzamora, que salió mal de nuevo. Su reacción en la parte final no se consumó porque Ueda le derrotó en la meta. El piloto de Lleida confirmó que en 2001 correrá en 250cc con una Honda oficial, integrado en el equipo italiano que dirige Fausto Gresini, pero con Ángel Nieto como responsable. Su compañero será el japonés Daijiro Katoh.
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