Un solo coche policial protege a 140.000 habitantes del Baix Llobregat el fin de semana

La pugna entre instituciones deja bajo mínimos la dotación en el área metropolitanaPomés entiende que el modelo policial catalán no debe revisarse "porque funciona"

Barcelona - 29 oct 2000 - 00:00CEST

Cornellà, Esplugues de Llobregat y Sant Just Desvern suman una población de más de 140.000 personas. Los fines de semana los vigila un solo coche patrulla del Cuerpo Nacional de Policía. Este es un ejemplo ilustrativo de la situación que se vive en muchas ciudades del área metropolitana de Barcelona, que los alcaldes no quieren seguir silenciando. Por eso, reclaman que la Generalitat y el Ministerio del Interior actúen para evitar que la seguridad ciudadana se degrade durante los años que pasarán todavía hasta que se complete en esta zona el despliegue de los Mossos d'Esquadra.

Déficit de plazas

El despliegue de la policía autonómica en la región metropolitana, en la que viven más de tres millones de personas, se iniciará el próximo año, pero empezará por las comarcas extremas del Vallès Oriental y el Bages y no estará completado, según las previsiones, hasta dentro de ocho años. Mientras, los alcaldes aseguran que las plantillas del Cuerpo Nacional de Policía siguen sin cubrirse y que el Ministerio del Interior no mejora los medios ni incrementa las dotaciones actuales ante la perspectiva de que a medio plazo la policía autonómica se hará cargo de la seguridad de esta región.La Generalitat, por su parte, tampoco toma cartas en el asunto argumentando que los Mossos d'Esquadra no están desplegados en la provincia de Barcelona. "Ni los ayuntamientos ni los ciudadanos tenemos la culpa de esta situación de transición", asegura el alcalde de L'Hospitalet de Llobregat, el socialista Celestino Corbacho.

En esta última ciudad, de 248.000 habitantes, la segunda de Cataluña en número de habitantes, la plantilla teórica del Cuerpo Nacional de Policía es de 232 agentes. La real es de 187. Una situación similar se produce en el resto de los municipios de la zona metropolitanos, en la que el déficit de plazas, según datos del PSC, oscila entre el 25% y el 30%.La comisaría de L'Hospitalet es un edificio vetusto y deteriorado que el Ayuntamiento pintó hace dos años porque el Ministerio del Interior no lo hacía, recuerda Celestino Corbacho. La juez decana de la población ha reclamado reiteradamente vigilancia en el edificio de los juzgados. La policía asegura que no tiene efectivos y el Departamento de Interior de la Generalitat dice que no le corresponde. "Al final tendrá que ser la Guardia Urbana la que custodie los juzgados", explica airado Corbacho.

Esta situación es muy similar y se repite en casi todas las ciudades metropolitanas, por lo que los socialistas están preparando actuaciones para afrontar el problema, cuya resolución pasa por la redefinición de un nuevo modelo policial. "Hasta ahora, el despliegue de los Mossos en Lleida y Girona ha sido a la carta, pero en el área metropolitana hace falta un menú", explica Corbacho, secretario de política local del PSC y autor de un estudio sobre estos problemas.

El Ministerio del Interior reconoce que las plantillas son las mismas que hace nueve años, pero recuerda que se han renovado todos los coches patrullas y el sistema de transmisiones. Asimismo, la Administración central asegura que no son reales las cifras sobre vacantes en la policía que manejan los alcaldes. Además, un portavoz de Interior, aprovechando la coyuntura, recuerda: "El modelo de despliegue que se está aplicando se pactó en 1994, cuando gobernaba el PSOE".

Las socialistas quieren adelantar el despliegue de la policía autonómica para que esté completado en el año 2005 y pretenden que los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil que quieran puedan integrarse en los Mossos d'Esquadra.

El PSC, además, pretende abordar la seguridad ciudadana desde una perspectiva que tenga en cuenta todo el territorio metropolitano. Por eso, los alcaldes reclamarán que se cree una comisión tripartita en la que, además de representantes del ministerio y del Departamento de Interior, esté presente la Mancomunidad de Municipios del Área Metropolitana de Barcelona. En esa comisión, los alcaldes creen que se deberían debatir, desde los medios con los que contará la policía autonómica, el papel de los alcaldes en el nuevo modelo policial y un plan de creación de nuevas comisarías.

El PSC asegura que se necesitarán 11.000 'mossos' para el área metropolitana

En función de esos criterios de implantación policial que propugna el PSC para el área metropolitana, este partido considera que hacen falta 10.962 mossos, cifra que el consejero de Interior, Xavier Pomés, considera absolutamente desorbitada porque, en el conjunto de Cataluña, cuando se haya completado totalmente el despliegue de la policía autonómica, con la división de tráfico incluida, habrá entre 12.000 y 14.000 agentes de los Mossos.Pomés entiende que el modelo policial no debe revisarse "porque funciona y porque la sensación de inseguridad ciudadana se produce precisamente donde no están desplegados los Mossos". Otra cosa distinta, asegura, es que mientras no se complete, se pacte una actuación institucional de transición. "Pero lo que no se puede pretender es que, como se van a desplegar los Mossos, los ayuntamientos quieran eludir sus responsabilidades y eliminar plantillas de sus policías locales", afirma. El consejero de Interior también está abierto a revisar los cupos reservados a otros cuerpos (que hasta ahora han sido del 15% en la división de tráfico), pero precisa: "El tema no son los cupos, ni el cambio de uniforme, sino una forma diferente de entender la policía".

En este sentido, Pomés asegura que "la prisa es una mala consejera" y afirma que si en Girona o Lleida los Mossos estuvieron patrullando conjuntamente con agentes del Cuerpo Nacional de Policía o la Guardia Civil unos seis meses antes de asumir plenamente esta competencia, en el área metropolitana ese periodo de transición puede ser de dos años. Del mismo modo, admite que la realidad metropolitana es diferente y que el despliegue también será distinto.

José Montilla, primer secretario del PSC, asegura, por su parte, que ahora se está "a tiempo de abordar el problema porque no hay un horizonte electoral inmediato", pero vaticina, de forma ilustrativa: "Si no se resuelve la situación, nuestros vecinos nos van a correr a gorrazos, y no estamos dispuestos a aguantarlo". El líder socialista asegura también: "Desde la izquierda se ha sido muy purista y quizá nos haya condicionado haber corrido delante de los grises, pero ya es hora de reclamar la seguridad como un valor, también de la izquierda".

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