En Madrid también es posible
Los socialistas madrileños celebraremos en breve el IX Congreso de la Federación Socialista Madrileña. Existiendo unanimidad en torno a la dificultad de la situación y a la imperiosa necesidad de abordar los graves problemas que nos aquejan, incluso de hallarnos ante el fin de un ciclo político, pueden constatarse fuertes resistencias para asumir con valentía y decisión los retos que se nos plantean. Sin embargo, un cambio de rumbo es imprescindible, pues no podemos resignarnos a que en Madrid el PSOE esté condenado a la oposición y se muestre incapaz tanto de responder a las demandas de los sectores progresistas de la sociedad madrileña como de generar los líderes que la izquierda de la Comunidad necesita.Los socialistas madrileños debemos destinar nuestros mejores esfuerzos durante los próximos meses a mostrar a la ciudadanía madrileña que lo necesario es posible, que el fatalismo y la resignación no pueden anidar entre nosotros. Con el objetivo de actuar de catalizador del proceso de cambio anhelado por la inmensa mayoría de los militantes socialistas, un grupo de militantes de la FSM proponemos un proyecto autónomo, transversal y de mayoría, en el que deseamos colaboren todos aquellos afiliados del PSOE que anteponen su condición de socialistas a cualquier otra adscripción y que están más preocupados por pensar qué pueden hacer por el partido que por calcular las responsabilidades que puedan ejercer en el futuro. De ese modo, conseguiremos convertir lo posible en realidad, y alcanzar los objetivos que deben marcar la nueva etapa que tras el IX Congreso iniciaremos los socialistas madrileños:
1. Llevar el impulso del XXXV Congreso Federal del PSOE a la FSM, de modo que ésta adecue sus ritmos políticos al proceso de cambio tranquilo pero firme que ha emprendido el partido a nivel federal. La construcción de una alternativa nacional al Gobierno conservador del Partido Popular requiere la consolidación de la mayoría política surgida del último Congreso en toda la geografía española.
2. Recuperar el peso político de la FSM en el seno del PSOE, de modo que la voz de los socialistas madrileños sea tomada en consideración a la hora de abordar las cuestiones políticas más relevantes, y muy especialmente en la articulación del discurso socialista sobre el modelo de organización autonómica y sobre la propia idea de España, defendiendo un patriotismo constitucional basado en la defensa de los valores en los que los españoles hemos decidido libremente hacer descansar nuestro modo de convivencia.
3. Hacer de la FSM el referente de la izquierda plural y de los colectivos progresistas de la Comunidad de Madrid y, de ese modo, erigirla en el cauce de las demandas de los sectores menos favorecidos de la sociedad, todo ello con el objetivo de construir una verdadera alternativa progresista que permita recuperar para la izquierda el gobierno de las instituciones de la región.
4. Conformar nuevos equipos que aúnen experiencia política, tradición en el partido, liderazgo social, competencia profesional, dedicación, ilusión, inconformismo y credibilidad, y que permitan afrontar las próximas convocatorias electorales con líderes atractivos para los ciudadanos. La nueva etapa que debe iniciar la FSM requiere una transición no traumática, en la que la generosidad de los dirigentes que deben ceder el testigo a una nueva generación política vaya acompañada de la generosidad de los nuevos responsables hacia los primeros.
5. Un nuevo modo de hacer política que descanse en los siguientes pilares:
a) Superación del ensimismamiento orgánico que ha lastrado la actuación política de la federación durante demasiado tiempo. El objetivo del partido socialista es articular una mayoría social de progreso que pueda constituirse en alternativa al Partido Popular. Si el barco sigue encallado, el debate sobre el capitán que dirija su rumbo es ocioso.
b) Creación de nuevos cauces de participación política que superen la existencia de estructuras intermedias que cercenan el protagonismo de los militantes.
c) Defensa de la pluralidad como un elemento característico de los partidos socialistas y enriquecedor de los mismos. Esta pluralidad debe traducirse en la consideración del partido como lugar de debate y de encuentro en el que quepan tanto los acuerdos como las discrepancias. El enfrentamiento y el pacto que ahoga la discrepancia son las dos caras de la moneda de una práctica que limita la participación de los afiliados y niega la pluralidad.
d) Recuperación de la pasión por la política. La existencia de buenas razones para criticar determinados hábitos políticos no debe hacer olvidar que la política, concebida como el gobierno de la cosa pública, es una de las actividades que ennoblecen al ser humano. Frente a la política como profesión, reivindicamos la política como pasión, como ilusión, como compromiso con la ciudadanía.
e) Compromiso ético con la ciudadanía y con el PSOE. La actuación política dirigida a la transformación de la sociedad sólo es verosímil si descansa en el firme compromiso de basar nuestros hábitos organizativos e institucionales en los parámetros morales exigidos por la sociedad.
6. Construir un Madrid más justo, abierto, moderno, igualitario, dinámico y solidario. La política socialista en una comunidad tan compleja como la madrileña debe girar en torno a tres ejes:
a) Fortalecimiento de la cohesión social y consolidación de los servicios sociales característicos del Estado de bienestar. Debemos evitar la sustitución de un modelo institucional de Estado de bienestar por un modelo residual que conduce a la dualización y a la marginación de los colectivos sociales más desfavorecidos.
b) Eficiencia en la gestión de los servicios públicos. La Comunidad de Madrid encuentra su justificación, no en razones históricas, culturales o lingüísticas, sino en una eficiente atención a las necesidades de los madrileños.
c) Dinamismo e innovación en los terrenos cultural, empresarial, industrial, universitario, artístico, urbanístico... que permitan hacer de la Comunidad de Madrid una región líder en Europa.
Los ciudadanos progresistas madrileños nos miran a los militantes socialistas esperanzados de que en el próximo congreso iniciemos el proceso de construcción de una nueva mayoría de progreso que permita poner fin a la etapa de gobiernos conservadores. Los compañeros socialistas de toda España nos miran exigiéndonos acompasar nuestros ritmos al proceso iniciado en el XXXV Congreso. Los socialistas madrileños sabremos estar a la altura de las circunstancias y demostraremos que también en Madrid el cambio es posible.
Jesús González Amuchástegui es militante de la Agrupación Socialista de Majadahonda y aspira a la secretaría general de la Federación Socialista Madrileña.
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