Llamazares fracasa en su intento de que el nuevo líder de IU se elija de forma directa
La carrera del candidato que parecía mejor colocado para hacerse con el liderazgo en IU, Gaspar Llamazares, se vio frenada en seco en la primera jornada de la Asamblea de la coalición. La unión de los partidarios del secretario general del PCE, Francisco Frutos, el otro aspirante con posibilidades, y Ángeles Maestro, tercera en discordia al frente del sector crítico, provocó que el coordinador de Asturias viera esfumarse, por 379 votos frente a 295, una de sus bazas clave: la votación directa del coordinador general, que se realizará el domingo. Antes, el sector de Llamazares había logrado una victoria que luego se tornó pírrica: la presidencia de la Mesa de la Asamblea, que fue para Rosa Aguilar por 24 votos frente a 15.
Todos los sectores coincidían en que la elección directa por parte de los 861 delegados de la Asamblea beneficiaba al asturiano, porque impedía que Frutos exigiera disciplina a los suyos. Pero, tras un agrio debate en la Mesa y una votación a mano alzada, el líder del PCE se salió con la suya: al nuevo coordinador de IU lo elegirán los 75 miembros del Consejo Político Federal votado previamente por los delegados.Llamazares admitió que había sufrido un "traspiés", pero se mostró confiado en mantener su "mayoría orientativa" en la votación del domingo. Frutos, por su parte, señaló que la votación de ayer demostró ayer que en IU "no hay brazos de madera", pese a que su control del aparato del PCE y el hecho de que la votación fuera a mano alzada le facilitó las cosas.
La votación de ayer, pese a que fue a mano alzada y con casi 200 delegados ausentes, revela dos cosas. La primera, que la unión de Frutos y Maestro puede ganar la Asamblea sin muchos aprietos. El sector crítico, que pese a las alianzas estratégicas de ayer no ha garantizado su apoyo al líder del PCE, sí ha demostrado lo decisivo de su actuación. Muy satisfecha, Ángeles Maestro llegó a cifrar ayer en "más del 20%" el número de delegados que la respaldan.
La otra conclusión de la votación de ayer es que Llamazares no sólo ha sufrido una derrota psicológica, sino que tendrá que lograr el compromiso del sector crítico de no apoyar a Frutos si quiere asegurarse la victoria, ya que la elección a cargo del Consejo Político favorece cualquier tipo de pactos secretos o trasvase de votos.
En todo caso, el resultado no es ni mucho menos extrapolable de forma matemática. Muchos partidarios de Llamazares, incluido el propio Anguita, rechazaban el sistema directo de elección por considerarlo demasiado presidencialista. Por otra parte, Frutos tiene ventaja en las votaciones a mano alzada, pero siempre hay fugas de votos cuando el sufragio es secreto, como se demostró ayer en la elección de la presidencia de la Mesa de la Asamblea. En teoría las fuerzas estaban igualadas. Frutos y Maestro se unieron para proponer a Manuel Cañada, líder extremeño, y era de esperar que ganaran, pero Rosa Aguilar, alcaldesa de Córdoba, le sacó nueve votos.
En cualquier caso, los grupos están tan mezclados que sectores que prácticamente no se hablaban hasta ayer defienden ahora la misma candidatura, lo que hace imposible un pronóstico claro.
De hecho, lo único que quedó claro ayer, además de la igualdad entre ambos candidatos es que la Asamblea será a cara de perro. Frutos no se rendirá con facilidad. Tras perder la votación secreta para la Mesa, el líder del PCE dio un golpe de mano y logró que la siguiente elección fuera a mano alzada, no sin una fortísima discusión previa en el seno de la Mesa, con la Asamblea paralizada durante más de media hora y entre amenazas de bloquearla con un rosario de votaciones secretas que alargarían el cónclave "hasta el miércoles", según dijo en tono bronco.
El sector de Llamazares, aun sabiendo que perdía una baza clave, aceptó de antemano la derrota, confiando en que los métodos utilizados del otro sector le atraigan apoyos. Además, guardan otra carta: si se escenifica un acuerdo entre Frutos y el sector de Maestro es posible que algunos delegados de la federación de Madrid, aglutinados en torno a Ángel Pérez y en principio fieles a Frutos, cambien de bando, ya que la enemistad entre este grupo y el sector de Maestro ha llegado incluso a las manos.
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