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La ejecutiva federal confía en que un político nuevo gane el congreso madrileño del PSOE

La dirección federal del PSOE va a seguir paso a paso el proceso precongresual que iniciará a partir del 2 de noviembre la Federación Socialista Madrileña (FSM) para elegir a su cúpula dirigente entre el 24 y el 26 de ese mes. La ejecutiva que dirige José Luis Rodríguez Zapatero asegura que no va a intervenir a favor de ningún candidato, anuncia que no descansará en predicar el acuerdo y no oculta la gran satisfacción que obtendría si los socialistas madrileños consiguieran aglutinarse en torno a un nuevo líder que representara el cambio que quiere emprender el PSOE en toda España.

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El cambio que promueve la actual ejecutiva federal pasa por la disolución de las familias. En Madrid, las familias están ahora más enrocadas que nunca. Guerristas (al menos un 43% de los apoyos) y renovadores por la base (cerca de un 20%) rompieron las negociaciones hace una semana porque cada sector quería imponer a su candidato a secretario general.El guerrista José Acosta, presidente de la FSM durante 16 años (entre 1981 y 1997), ha anunciado su intención de competir por la secretaría general al frente de un colectivo que, según sus propios cálculos, puede rozar el 50% de los delegados que se empezarán a elegir el 2 de noviembre.

Los congresos regionales de Madrid y Asturias constituyen las preocupaciones fundamentales de la ejecutiva federal. La dirección nacional del PSOE mira a la comunidad madrileña con desasosiego por los malos resultados electorales que este partido cosecha desde hace años en la capital y en la región y que no ven ajenos a las peleas internas y a la elección de candidatos.

"No vamos a intervenir en la elección del candidato ni apoyar a ninguno, sino que vamos a pedir que se respeten las reglas del juego, que intenten llegar a puntos de encuentro y, si no es posible en torno a una persona, al menos, en la elección de la ejecutiva se debe conseguir el consenso", señaló ayer a este periódico el secretario de organización del PSOE, José Blanco.

Hoy mismo empieza la ronda de conversaciones con dirigentes de la FSM, posibles candidatos y personas relevantes de la organización. El primero en ser recibido es el secretario general actual, Jaime Lissavetzky, y la próxima semana se reunirá con la presidenta de la FSM, Cristina Alberdi. Por la sede federal del PSOE pasarán también el diputado José Acosta; el portavoz en la Asamblea de Madrid, Pedro Sabando, y las personas que vienen apareciendo como posibles candidatos: José Antonio Díaz (vicerrector de la UNED, propuesto por los renovadores de la base para conseguir el consenso) y Jesús Amuchástegui (profesor de Filosofía del Derecho, al que apoya el rector de la Universidad Carlos III, Gregorio Peces-Barba).

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Algunos de los grupos madrileños que se disputan la secretaria general han sugerido que forman parte del proyecto de José Luis Rodríguez Zapatero para dar a entender que el candidato que ellos apoyen es el de la ejecutiva federal. En el momento que lo digan en alto la dirección federal se apresurará a desmentirlo, según indicaron a este periódico colaboradores del secretario general del PSOE.

Ahora bien, los miembros de la ejecutiva federal consultados no desdicen las palabras de Blanco, respecto a la neutralidad, pero reconocen que a la ejecutiva, lejos de preocuparle "la ebullición" de candidatos, le agrada, al tener la convicción de que este proceso puede romper el sistema tradicional de pactos entre jefes de facción o familia y que la militancia, al final, con su voto libre y secreto, lleve al poder "a una persona nueva, ajena a la mesa camilla [sistema utilizado en el PSOE de Madrid para repartirse cuotas de poder en los distintos congresos]".

En torno a esa mesa camilla se habrían sentado durante años el ex alcalde de Madrid Juan Barranco, el ex presidente madrileño Joaquín Leguina y el ex presidente de la FSM José Acosta.

En el último cuatrienio, las cosas cambiaron, y los anteriores fueron sustituidos por un bloque renovador, que llevó a la secretaría general a Jaime Lissavetzky.

Los acostistas fueron excluidos de la negociación en el anterior congreso y fueron los renovadores, junto a los renovadores por la base, los que han conducido la FSM. Ese bloque se rompió en primavera al pactar los renovadores por la base con los guerristas en la elección de los delegados al congreso federal, haciéndose con la mayoría de la FSM.

En esta especie de eterno retorno en las últimas horas ha empezado un proceso de acuerdo entre los renovadores por la base y los renovadores "viejos" o "puros", según distintas denominaciones.

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