CiU acepta debatir sobre los fondos para formar a parados, presionada por el 'caso Pallerols'
En vista de que la bola de nieve del caso Pallerols va aumentando en volumen y velocidad, el presidente del Gobierno catalán y líder de CiU, Jordi Pujol, se vio ayer obligado a acceder a que el asunto se trate en el Parlamento catalán. Tras haber rechazado varias veces la creación de una comisión de investigación parlamentaria, Pujol ofreció ayer que la cuestión sea debatida por el pleno de la Cámara. La oposición, salvo el Partit dels Socialistes (PSC), aceptó la oferta como un inicio de rectificación, pero los grupos de izquierda mantienen la demanda de la comisión de investigación.
Falsos estudiantes
El vía crucis
Pagos y regalos
Cuando la policía registró las oficinas en Andorra de los centros de Pallerols encontró una contabilidad minuciosa de "aportaciones" a militantes y cargos de Unió y a funcionarios públicos de ese mismo partido; así como regalos y otras dádivas como las recibidas por el funcionario y militante de Unió Joan Martín Toribio. Consta, por ejemplo, una salida de tres millones a "J. S. Libre" y una carpeta recoge presuntos "pagos a Unió del 10%", según fuentes policiales.Sorprendentemente, en junio de 1999, el entonces consejero de Trabajo, Ignasi Farreres (que hoy es presidente de Unió), firmó la concesión de otros 250 millones para Pallerols, cuando ya sólo mantenía abierta una academia. Farreres ordenó que Pallerols devolviera 80 millones de ayudas anteriores, pero éste no lo ha hecho.
El rosario de escándalos siguió cuando el anterior director general de Empleo, Lluís Gavaldà, dimitió tras reconocer que era socio de Pallerols en una empresa de maderas preciosas que actúa en Brasil.
Después de practicarse el registro de la central andorrana de las academias (CEI), el fiscal Anticorrupción, Carlos Ramos, escribió que se desprenden "indicios suficientemente intensos" de la comisión de delitos por parte de funcionarios del Departamento de Trabajo del Gobierno catalán y personas relacionadas con ellos "por intereses sociales, asociativos o de otra naturaleza".
El jugoso registro de Andorra que el juez instructor, Josep Niubó, guarda celosamente pudo no ser suficientemente efectivo. La razón es que el juez ordenó el registro cuando el sumario estaba bajo secreto de actuaciones. Unos meses más tarde, el juez levantó el secreto (27 de septiembre de 1999), pero el registro en Andorra no se llevó a cabo hasta los días 18 y 19 de noviembre, con lo que los abogados de Pallerols pudieron estar enterados de que se registrarían las oficinas. El juez Niubó declina comentar estos detalles, aunque ha dicho a este diario: "El secreto de actuaciones es una medida excepcional que debe durar lo menos posible".
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