El Ayuntamiento estudia abrir la Mostra a otras nacionalidades y convertirla en 'Euromostra'
La ceremonia de clausura de la Mostra, celebrada ayer en el Palau de la Música, fue fiel al guión repetido en los últimos años. Vestidos de noche, lentejuelas y una amplia representación de la burguesía valenciana para honrar a las estrellas invitadas, en esta edición Claudia Cardinale y Christopher Lambert. El festival pone así punto final a ocho días de actividades con la mirada puesta en el futuro. El Ayuntamiento de la ciudad se plantea ampliar, el año próximo, la sección competitiva a otros países europeos en un nuevo formato, que llevaría el nombre de Euromostra.
La baja calidad de los filmes que compiten cada año por la Palmera de Oro en la Mostra, reconocida ayer públicamente por el propio presidente del jurado internacional tras hacer público el fallo, ha provocado que el Ayuntamiento de Valencia se plantee abrir el festival a otras cinematografías europeas de fuera del arco mediterráneo. Ésta es una vieja idea que lleva circulando por los ámbitos próximos a la organización desde hace unos años y que tiene visos de concretarse para la próxima edición. En un certamen que ya funciona desde hace años como un festival europeo, por la cantidad de ciclos que no hacen referencia al espacio del Mediterráneo, la sección oficial sería la principal beneficiada de esta apertura. La XXI edición de la Mostra, que ha registrado un notable aumento de espectadores, se cerró ayer con una gala en la que se tributó un homenaje al actor Antonio Ozores y se entregaron los premios concedidos por los jurados de las secciones a concurso.
