Ellas ganan por goleada

Ellas ni siquiera aspiran a ser la Ronaldo femenina, Julie Foundy, capitana de la selección estadounidense de fútbol femenino. Se darían con un canto en los dientes si pudieran vivir del balón a cambio de un sueldo digno aunque humilde. Pero, por ahora, por estas tierras es imposible. Mientras estudian la carrera, las flamantes vencedoras del primer Campeonato Universitario de Fútbol de Europa se contentan con poder jugar cada domingo en sus respectivos equipos de aficionadas. Estas 17 mujeres, estudiantes todas de la UPV, lograron además ganar todos los partidos -seis- sin que sus oponentes les encajaran un solo gol.El equipo de fútbol de la UPV ganó aunque no existe como tal. Su entrenador las reunió después de recibir una invitación para participar en el campeonato. También es cierto que la mayoría se conocían y habían jugado juntas en la selección de Euskadi. Eso hizo que bastaran dos entrenamientos conjuntos, al margen de los que cada jugadora hace varias veces a la semana, antes de viajar a París. La primera fase fue el pasado abril; la final, en el polideportivo Jacques Anquetil, a principios de este mes. Para llegar a alzar la copa, que tuvieron que llenar de Coca-Cola a falta de champán, ganaron a una universidad inglesa, otra francesa, dos irlandesas, una alemana, otra portuguesa y en la final, a una belga.

Lo que reivindican estas mujeres, por boca de su capitana, Ainhoa Gondra, no es nada del otro mundo: "Que se nos reconozca. Que sepan que el fútbol femenino existe". Licenciada en IVEF y estudiante de Magisterio, la historia que cuenta suena muy parecida a la de otras chicas que un día decidieron dedicarse a un deporte tradicionalmente masculino. "Hasta mi madre me decía una y otra vez que a ver cuándo lo dejaba". Pero a ella le entusisma lo mismo, si no más, que cuando empezó hace 10 años.

Sorprende que entre las 17 del equipo sólo dos estudien actualemente IVEF. El resto es un mosaico representativo de la universidad pública vasca. Las hay de todos los campus y de carreras tan dispares como Ecónomicas, Dietética y Nutrición o Ingeniería. La más joven tiene 18 años. La mayor es, a sus 26 años, la capitana.

El entrenador, Txabo Aragüés, míster también de la selección femenina de Euskadi, destaca la labor de equipo de estas jóvenes y a ella atribuye que su "portería quedara a cero". Aragüés lamenta que el furor por el fútbol femenino que invade EE UU no haya llegado a Europa. Pese a que las chicas comenzaron a engrosar hace unos años las filas de socios de los clubes, el salto al campo o a los equipos técnicos están todavía por llegar. Este entrenador destaca que uno de los motivos porque el fútbol femenino recibe cierto apoyo en Euskadi es "que les ha dado títulos" (son campeonas de España) y reivindica que "el fútbol se adapte a las mujeres" porque ahora es a la inversa. Aragüés confiesa con cierta malicia: "Hasta el rector nos va a recibir".