"En Madrid es fácil enamorarse de nuevo"

La periodista Teresa Doueil (Bilbao, 1953) ha dedicado cinco meses de estudio y orientación hacia un mismo punto: el amor, y en concreto, a ese desequilibrio que surge entre el tiempo que se dedica en cultivarlo y lo poco que se obtiene a cambio. "¿Por qué nos confundimos tanto con la cantidad de tiempo que le dedicamos?", se pregunta; "si yo lo hubiera empleado en jugar al frontón, por ejemplo, no te digo cómo jugaría ya...". El caso es que esta periodista en ejercicio desde la mitad de su vida, ahora tertuliana y colaboradora en varios medios y centrada en la dirección de comunicación de una productora, se ha dedicado a preguntar, y mucho, en cuestiones de amor. El resultado es que se ha encontrado que casi nadie está contento con lo que tiene. A partir de ahí analiza en su reciente libro, Maldito amor, por qué existe el autoengaño o por qué el amor tiene algo de maldito. Siempre se aprende tarde, pero en su libro hay muchas pistas. Por lo demás, Madrid, si fuera un guiso, se convertiría rápidamente en un caldo de cultivo perfecto para todo en el amor, tanto para iniciar una relación como para mandar a paseo a quien ya importuna.Pregunta. Aun cuando el amor es maldito, ¿qué tiene de bendito?

Respuesta. El amor siempre engloba la gran felicidad y el gran malestar como una misma cosa. Por eso en la literatura ha sido desde siempre la mayor fuente de inspiración. Es el motor de la vida.

P. ¿Y qué ocurre con la media naranja? Usted comenta en el libro que eso es una patraña...

R. Claro. No existe la media naranja; unos jamás la han visto y otros sólo han encontrado un gajo.

P. ¿Qué tiene Madrid que no tenga Venecia para enamorarse?

R. No tendrá los canales, pero sí una gente maravillosa. Además, ¿a qué hemos venido aquí muchos, sino a ligar?

P. ¿Y para qué hay más facilidades, para enamorarse o para desenamorarse?

R. En Madrid es fácil escaquearse cuando ya no quieres continuar con una relación, y encima sin ser tachada o tachado de raro, solterona, ser extraño, como ocurre en las ciudades pequeñas, en las que todos se conocen. Enamorarse de nuevo también es fácil, al día siguiente... en cualquier sitio, se empieza a entablar una conversación...

P. La gran ciudad también facilita la mentira, ¿se puede mentir en Madrid o es tan pueblo como dicen y las cosas vuelan de oído a oído?

R. Madrid ofrece grandes coartadas para poder ser infiel. ¡Ni siquiera en las comunidades de vecinos se conoce la gente!

P. ¿No es en el amor, con lo que se decía siempre, donde no hay que esperar nada a cambio?

R. Lo que no hay que tener son demasiadas expectativas.

Maldito amor, Teresa Doueil. Espasa-Calpe. 297 páginas. 2.450 pesetas.