Más de 30 heridos, 10 de ellos policías, tras el Nápoles-Bolonia

El partido Nápoles-Bolonia (1-5), correspondiente a la tercera jornada de la Liga italiana, se saldó ayer con más de treinta heridos tras los violentos altercados que enfrentaron a los aficionados con las fuerzas policiales. Los incidentes dieron comienzo con el tercer tanto del equipo visitante, marcado por Beppe Signori en el minuto 52. Algunos aficionados lanzaron sus protestas contra uno de los dos propietarios del conjunto napolitano, Corrado Ferlaino, y el portero Ferdinando Coppola. Además, medio centenar de seguidores del Nápoles que se marchaban de la instalación lanzaron objetos contra la policía, que se vio obligada a usar gases lacrimógenos. El humo de los mismos, empujado por el viento, alcanzó también al terreno de juego, viéndose obligado el meta boloñés, Gianluca Pagliuca, a solicitar al árbitro una breve interrupción del juego y la intervención del masajista para que le llevará agua con la que lavarse los ojos. Los incidentes prosiguieron, cerca de la Curva A, con lanzamientos de piedras y trozos de asiento arrancados a los miembros de las fuerzas del orden. Todo ocurrió cuando la policía intentaba impedir a los seguidores del Nápoles acercarse a la zona donde estaban los aficionados del Bolonia.A la salida del estadio de San Paolo, los ultras lanzaron todo tipo de objetos contra la Policía antidisturbios, que replicó con varias cargas policiales y el lanzamiento de bombas lacrimógenas. Una treintena de personas resultaron heridas, entre ellas diez policías. Entre éstos, figuraba el jefe del gabinete de la Prefectura de Policía, María Papa, y el adjunto al prefecto, Luigi La Gala, ambos con lesiones en el cuerpo y el rostro tras haber sido golpeados con una barra de cemento.

Los enfrentamientos se prolongaron durante alrededor de una hora en la esplanada del barrio de Fuorigrotta, hasta la entrada de la pequeña estación Cumana, desde donde parten los trenes con destino a las localidades vecinas. Varios vehículos blindados y coches de policía que se encontraban estacionados a la salida del estadio resultaron dañados por los ultras.