El Deportivo no pasa del empate ante un Mallorca contemplativo

Con toda España pendiente del Camp Nou, la platea de Riazor se quedó anoche medio vacía, y Deportivo y Mallorca olvidaron que a ellos también les correspondía jugar un partido. Los dos equipos convirtieron el lance en un intercambio de bostezos que sólo se interrumpió en el cuarto de hora final, cuando Valerón se impuso desempeñar todos los papeles: primero el de héroe goleador y más tarde el de torpe villano que entrega el empate al contrario. El Mallorca se presentó en Riazor con poco interés por protagonizar el partido y se limitó a contemplar el insulso peloteo del Depor.La gran ocasión de los locales llegó cerca del descanso, y fue producto de un penalti que Víctor mandó a las nubes. Con el panorama que había, el único recurso era el de Djalminha, que entró en la segunda parte. Sólo una acción suya podía sacar al partido de su somnolencia y así ocurrió en el tramo final del partido: un regate y el consiguiente centro del brasileño permitieron a Valerón, con un remate muy bien ejecutado, redimirse de su mediocre actuación. Pero el canario volvió a estropearlo todo poco después, con una pueril cesión que puso el empate en bandeja al atento Luque.