El edil de Urbanismo presenta en Barcelona una recalificación multimillonaria a favor del Madrid

Las prisas le jugaron ayer una mala pasada al responsable de Urbanismo y segundo teniente de alcalde, Ignacio del Río, que presentó el pasado jueves en una feria inmobiliaria de Barcelona una maqueta con sus planes para la ciudad deportiva del Real Madrid. Del Río quiere hacer un pabellón olímpico para 18.000 espectadores rodeado de cuatro rascacielos de oficinas que generarán unas plusvalías multimillonarias que irán al Real Madrid. El plan precisa una recalificación colosal de terrenos. El alcalde no conocía la maqueta de la operación y consideró el proyecto como una "idea sin terminar".

Al alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, no le gustan los rascacielos. El concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, le ha puesto cuatro juntos y pegados al paseo de la Castellana. Y para presentar ese proyecto se ha desplazado hasta Barcelona y ha inaugurado una maqueta del pabellón olímpico que quiere levantar en los terrenos de la ciudad deportiva del Real Madrid, con vistas a la batalla por la candidatura para organizar los Juegos Olímpicos de 2012. Junto al pabellón olímpico, según la maqueta, crecerán cuatro grandes rascacielos de 35 plantas cada uno destinados a oficinas e instalaciones comerciales, lo que implica una recalificación colosal de esos terrenos, considerados en el Plan General de Urbanismo como deportivos y, por tanto, de escaso valor. De llevarse a cabo esa operación, las multimillonarias plusvalías que generará la recalificación servirán para sanear las arcas del Real Madrid.

José María Álvarez del Manzano se enteró de la presentación por los medios de comunicación y reconoció ante éstos y ante la portavoz de Izquierda Unida, Inés Sabanés, cuando ésta le llamó a primera hora de la mañana para trasladarle el malestar de su grupo, que "no conocía la maqueta". En una conferencia de prensa que celebró con Ignacio del Río sentado a su derecha, el alcalde desautorizó la propuesta refiriéndose al proyecto presentado ante los empresarios en términos como una "maqueta no definida" y un "proyecto no terminado".

En un intento de minimizar la incómoda situación en la que le había situado Del Río, el alcalde explicó la situación con frases contrapuestas:"La alcaldía actúa a través de delegaciones; el concejal tiene autonomía suficiente para ultimar proyectos. Es cierto que éste es un proyecto sin ultimar".

Mandar y proponer

José María Álvarez del Manzano eludió pronunciarse incluso sobre las dimensiones que tendrá el pabellón olímpico (50.000 metros cuadrados y aforo para 18.000 asientos) situando esas cifras, incluidas en la presentación realizada por Del Río, entre los muchos aspectos que de ejecutarse el proyecto se concretará con el tiempo.El concejal de Urbanismo replicó a las palabras del alcalde para apostar abiertamente por esas cifras argumentando que se ajustan a los criterios del Comité Olímpico Internacional. Ante la divergencia de opiniones entre el regidor y su edil se les pidió que concretasen la posición oficial del gobierno municipal.

"Siempre hay que quedarse con lo que dice el alcalde, que es el que manda", afirmó Álvarez del Manzano. Del Río encajó el desaire: "El concejal propone y el alcalde dispone", apostilló.