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EL GRAN CLÁSICO DEL FÚTBOL ESPAÑOL

El mal trago de enfrentarse a una afición 'traicionada'

Varios deportistas rememoran las inolvidables sensaciones que les dejó su reencuentro con las hinchadas a las que un día abandonaron para hacer fortuna con la camiseta del eterno rival

/ Barcelona"Recuerdo el efecto Laudrup. Cada vez que cogía la pelota, el campo era un clamor. Me sorprendió cómo le sorprendió a él ese recibimiento hostil. Después, en el avión, iba desconsolado, no podía entenderlo. Yo intenté explicarle que, si le habían abucheado tanto, eso le demostraba cuánto le habían querido". Jorge Valdano recordaba así el año pasado en este periódico uno de los sucesos que más le impresionaron de la historia de los Madrid-Barcelona. El propio futbolista danés se refirió el lunes en As al día de su primer regreso al Camp Nou como uno de los "peores momentos" de su vida: "Me paralizaba y no sabía qué hacer. No podía hacer nada con el balón". Ahora es a Figo a quien le toca revivir ese trago. Una experiencia que en el mundo del deporte, no sólo del fútbol, ya han padecido otros.

HUGO SÁNCHEZ Del Atlético al Madrid

El mexicano lució cuatro temporadas la camiseta del Atlético, hasta que el recién elegido presidente del Real Madrid, Ramón Mendoza, le fichó en 1985. Ambos clubes rompieron relaciones, y la directiva blanca no acudió al palco del Calderón el día que Hugo debutó ante su ex equipo. Fue el 2 de febrero de 1986. "La gente sólo pretendía meterme miedo. No me gustaba, porque no es agradable, pero no me afectaba. Todo lo que quería era hacer el mejor partido de mi vida. Me lo tomé como una lucha contra mí mismo. Todos los abucheos, todos los silbidos, los convertía mentalmente en aplausos. Me demostraban que me temían, que pensaban que les podía hacer daño. Estaba en mi salsa".

LUIS ENRIQUE Del Madrid al Barça

Jugó en el Madrid durante cinco temporadas. Esperó a concluir contrato y fichó por el Barça en la temporada 1996-97. "Recuerdo mi regreso al Bernabéu con muchísima presión. Fue el Madrid-Barça de Robson y de Ronaldo. Lo peor fue el resultado. Perdimos a pesar de que tuvimos muchas ocasiones. Yo, por ejemplo, envíe un balón al palo. Miles de personas, en cuanto salgo a calentar, se echan encima mío. Pero a mí ese ambiente adverso no me condiciona, si acaso me motiva".

JOSEBA ETXEBERRIA De la Real al Athletic

Hace cinco años, Joseba Etxeberria pisó Anoeta defendiendo por vez primera los colores del Athletic, que había pagado unas semanas antes 550 millones de su clausula de rescisión, promoviendo una fractura social y deportiva entre la Real Sociedad, su club de siempre, y el Athletic. La Real rompió relaciones con los bilbaínos y el asunto estuvo a punto de acabar en los tribunales. "Mi caso es diferente al de Figo. Yo tenía 17 años y Figo tiene más edad y muchísima más experiencia. Pero sí, creo que el tratramiento es el mismo: tranquilidad, no darle demasiadas vueltas a la cabeza y asumir que va a ser imposible evadirte del clamor. Yo agradecí que Stepanovic [enton-ces técnico del Athletic] me dijera que jugase tranquilo, que aunque lo hiciera bien o mal iba a jugar el próximo encuentro. También tuve alguna llamada de ánimo de ex compañeros de la Real".

MILLA Del Barcelona al Madrid

Luis Milla ahora juega en el Valencia, pero hace diez años, después de formarse en la cantera del Barcelona, de ascender al primer equipo de la mano de Cruyff, decidió fugarse al Real Madrid. "La semana antes de tener que jugar en el Camp Nou intenté no leer la prensa, sobre todo la catalana, ni escuchar los comentarios de la gente. Quizá estaba nervioso el día antes, pero a la hora del partido me olvidé de todo y me saqué la presión de encima. De todas formas, lo mío fue poca cosa comparado con lo de Laudrup. Yo jugué con el Madrid el partido en que regresó al Nou Camp como madridista. Fue una barbaridad, una cosa de locos. Todo el campo gritando, pancartas en contra.... También le pasó a Mijatovic cuando vino con el Madrid a Valencia".

ALBERTO HERREROS Del Estudiantes al Madrid

Fue el 22 de septiembre de 1996. Herreros, el ídolo de Estudiantes, se había ido en verano al mayor enemigo del equipo de toda su vida: al Real Madrid. 230 millones de pesetas y el decreto 1.006 tuvieron la culpa. El primer partido contra su anterior equipo fue traumático. Herreros, en una mala actuación, sólo marcó cuatro puntos. "En mi caso se juntó todo. Era el primer partido que jugaba ese año, no había hecho pretemporada, debutaba con el Madrid... Y encima frente a Estudiantes. Fue muy fuerte. Intentas concentrarte en el juego, pero te duele que la que ha sido tu afición te trate así. Lo peor son los días previos. La semana anterior se hace un poco dura con todo el mundo metiendo cizaña, la prensa que no hace más que recordarte lo mismo. Llega un momento que te agobias. Estaba deseando que empezara el partido para estar tranquilo. Cuando llevas más partido lo superas mejor, pero la primera vez todo te afecta más". Hace dos años, Herreros asumía que, para su gente de Estudiantes, él iba a ser "un traidor de por vida".

SCHUSTER Del Barcelona al Madrid

Bernd Schuster, tras ocho años en el Barça, fichó por el Real Madrid. Ahora admite que nunca desde entonces pudo cuajar una buena actuación en el Camp Nou. "Fue muy duro y difícil", declaraba el lunes en As. "Mi caso es diferente al de Figo; estuve muchos años en el Barça y tenía más sentimientos. En Barcelona obtuve el cariño de la gente y eso no se olvida. Hay que intentar entrar al máximo en el juego para no quedarse aislado".

DIEGO Del Betis al Sevilla

Tras ocho temporadas en el Betis, en la campaña 1987-88, el defensa y capitán Diego decidió fichar por el Sevilla. O sea, pasarse al enemigo. Pero es el único que no recuerda el primer día de vuelta a casa como un mal trago. "No recuerdo una experiencia demasiado traumática. Marcharme fue la decisión más importante de mi vida, pero era algo que tenía asimilado porque era lo mejor para mi carrera profesional. Y el Villamarín me lo supo perdonar".Una información elaborada por

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