Pupitres para volver a estudiar

Podían ser atentos asistentes a una conferencia en un edificio rehabilitado del Casco Viejo bilbaíno. Sin embargo, son 190 estudiantes universitarios de entre 55 y 79 años en espera de que se inaugure el curso académico. Pasan unos minutos de las nueve y media de la mañana cuando el rumor de las conversaciones cesa y las 108 mujeres y 82 hombres escuchan expectantes el discurso de bienvenida de Manuel Montero, rector de la Universidad del País Vasco (UPV). Les comunica su deseo de convertir Bilbao en una ciudad universitaria.Los 88 nuevos alumnos de 1º, 49 de ellos mujeres, son los primeros en sentarse frente al pupitre. Los matriculados en 2º son 102; 43 y 59, respectivamente, y poseen la seguridad de conocer lo que van a encontrarse. "La experiencia del pasado año fue estupenda. Estudiar te enriquece. Tengo mucha inquietud por aprender y cuando alcancé la jubilación anticipada necesitaba tener otras actividades, además de la familia y la casa", cuenta risueña Olga García, de 56 años, madre de dos hijos.

Todavía le quedan dos cursos para alcanzar la diplomatura en Ciencias Humanas, pero ya sueña con ese momento. "Conozco América Latina y me impactó mucho. Me gustaría volver a trabajar". La ilusión por el regreso a clase tras las vacaciones se mezcla con la alegría del reencuentro con los compañeros. Lo mismo que sienten los alumnos jóvenes.

Uno de esos nuevos amigos es José Luis Aróstegui, de 56 años, al que la alegría le delata. "Es una experiencia muy gratificante". Y eso que al principio no estaba muy animado y fue su esposa, Isabel, la que le preinscribió sin él saberlo. Ahora, ya no sabría pasar sin pelearse con sus hijos por el uso del ordenador y navegar por Internet en busca de información. En su juventud, estudió dos cursos de Ingeniería Industrial, pero los cambió por un puesto en Astilleros Españoles.

De los 190 alumnos matriculados en los dos cursos de las Aulas de la Experiencia, 41 poseen el certificado de estudios; 44, el graduado escolar; 25 terminaron el Bachillerato; 30, COU, Preu o Reválida, otrso 32 poseen un título universitario medio y 18, uno superior.

Patxi Reinosa, de 66 años, profesor en otros tiempos y con tres infartos en su expediente médico, comienza el primer curso con la sensación de que inicia una nueva vida. Como casi todos sus compañeros, quiere ocupar de verdad el tiempo, no contemplar cómo transcurre bajo su ventana. "Necesitaba algo así. Me levantaré temprano [el horario es de diez a una] Vendré a pie y la tarde la dedicaré a estudiar. Tengo mucha ilusión".

Mercedes Maresma tiene 65 años y es la única estudiante de primer curso que procede de Markina. En otros tiempos, aún cercanos en su memoria, estudió ATS, pero el matrimonio y los hijos le impidieron ejercer. "Me apura cuando mis nietos -tengo cuatro- están con el ordenador y no lo entiendo". Juliana González, Francisca Holgado y Sagrario Miñón, junto a ella, comparten su interés.