Kiko, decidido a dejar el Atlético, falta sin permiso a un entrenamiento
Kiko quiere dejar el Atlético. Dos suplencias consecutivas, que el jugador interpreta como inducidas por los dueños del club, le han bastado para hartarse de estar en el infierno de Segunda. Tan decidido a marcharse está Kiko, que ayer ni siquiera se entrenó y viajó a Milán. Tenía permiso para faltar por la mañana, pero no al ensayo vespertino. Su representante ya tiene las instrucciones para buscarle equipo.
La noticia la destapó el diario As en su edición de ayer. Kiko no está dispuesto a seguir en el Atlético ni un minuto más. La bomba fue acogida inicialmente con cierto escepticismo por parte del club. Incluso cuando el jugador no se presentó ayer al entrenamiento matutino del equipo. "Tenía permiso", afirmó el director general rojiblanco, Miguel Ángel Gil. "El jugador tiene cuatro años de contrato y el club no tiene ningún interés en negociar ni en traspasarle. Tampoco tenemos noticia alguna de que el jugador se quiera ir o de que esté a disgusto".Cuando el futbolista tampoco se presentó a la sesión vespertina, ausencia para la que ya no tenía permiso, todas las alarmas se conectaron. Fue entonces cuando en el club comprobaron que era verdad que al jerezano no le ha gustado desaparecer de pronto del equipo inicial del Atlético. Sobre todo, porque sospecha de que su salida del equipo inicial no es una decisión de Marcos Alonso, el nuevo entrenador. Kiko cree que detrás de su suplencia está la mano de la familia Gil. Se siente traicionado por sus jefes, los mismos que le pidieron una rebaja de sueldo al principio de curso, que el jugador aceptó -a cambio, según algunas versiones, de una rebaja en la cláusula de rescisión de 9.500 millones de pesetas, extremo que el club niega y que sus dirigentes aseguran que se mantiene en esa cifra-. Kiko ha transmitido sus intenciones de abandono al resto de la plantilla, pero aún no se ha dirigido al club.
Kiko viajó el domingo a Milán y el jugador, a su regreso de la ciudad italiana, aseguró que el Atlético conocía desde hace una semana sus intenciones. Kiko fue sometido ayer por los doctores del Milan a un reconocimiento médico, que se asegura no ha superado.
Por la tarde, Jesús Gil, el dueño del Atlético, dijo: "Kiko tenía permiso de Marcos, no del club, para faltar al entrenamiento de la mañana por motivos publicitarios. La sorpresa me la llevé cuando no le vi en la comida, y cuando me enteré que en el entrenamiento vespertino no apareció. Espero que no haya pasado nada. Habrá que investigar".
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