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El Gobierno descarta ceder más del 50% del IRPF a las autonomías

Convergència i Unió (CiU) pide signos de deshielo al Gobierno central para negociar la nueva fórmula de financiación autonómica, pero el Ejecutivo del PP se mantiene como un témpano. Tras negarse a ceder el traspaso de los impuestos especiales, fuentes del Gobierno descartan ahora que la cesión del IRPF pueda ser superior al 50% (actualmente está en el 30%). No obstante, el secretario general del PP, Javier Arenas, matizó ayer que el asunto de la financiación está "completamente abierto" y no quiso cerrar puertas. Desde CiU se ve con inquietud que el Gobierno no ceda posiciones y la tormenta aparezca como inevitable.

El consejero de Gobernación de la Generalitat de Cataluña, Josep Antoni Duran Lleida, también ha intentado evitar en los últimos días que la tensión subiera demasiado. Ayer, en una entrevista en Abc, el líder de Unió Democrática lamentaba el mal estado de las relaciones entre el Gobierno y CiU, y advertía que la paciencia de la coalición nacionalista tiene un límite. "CiU ya ha hecho público que la situación es francamente preocupante, lo que no debe ser interpretado como una amenaza sino como una llamada de alerta. Por tanto, es una llamada a la recomposición de esta relación", añadía el dirigente democristiano.Precisamente hoy, Duran se reunirá con el ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada. Los temas a abordar hacen referencia a la Unión Europea e infraestructuras, pero la entrevista servirá para medir el estado de las relaciones, ya que se trata del primer contacto entre ambos gobiernos desde que comenzaran los problemas entre CiU y sus aliados del Partido Popular.

Desde la coalición nacionalista se ve con preocupación el momento político, pues son conscientes de que se hallan ante el peor escenario posible: la sucesión de Pujol está abierta, al igual que la negociación de la futura financiación autonómica, y CiU tiene mayoría relativa en la Cámara catalana, lo que le obliga a echar mano del Partido Popular. Los populares están dispuestos a colaborar para aprobar los presupuestos de la Generalitat para 2001, e incluso para evitar que se forme una comisión de investigación parlamentaria en el caso Pallerols, de presunta financiación de Unió Democràtica.

CiU está en claros números rojos, ya que incluso Jordi Pujol le debe la investidura al PP y se ve obligado a sacrificar su lado más nacionalista en Cataluña para no recibir el castigo de que sea mas visible su minoría. CiU está con el Partido Popular en un permanente "ni contigo, ni sin ti". El PP no necesita los votos de CiU y, como recordó ayer Javier Arenas, la coalición nacionalista "debe entender que el Partido Popular aplicará su programa, dialogando permanentemente con todas las formaciones políticas".

Ofertas de acuerdo

Antes de participar en la clausura del XII Congreso provincial del Partido Popular de Cádiz, Javier Arenas declaró: "El intento que nosotros vamos a hacer es que el sistema de financiación se pueda acordar con todas las comunidades autónomas". El secretario general del PP se refería con estas declaraciones a algunas interpretaciones sobre lo manifestado hace unos días por el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. Ayer, el secretario de Desarrollo Autonómico del PSOE y diputado por Las Palmas de Gran Canaria, Juan Fernando López Aguilar, quiso dejar claro que el PSOE mantiene sobre este asunto una posición unitaria "pero, al mismo tiempo, lo suficientemente flexible" para no olvidar los intereses de las distintas comunidades autónomas. López Aguilar pidió al presidente del Gobierno, José María Aznar -quien había calificado de "extravagante" interpretación la postura del secretario general del PSOE- que evite la "demagogia y las simplificaciones" en relación con este asunto. "Lo que resulta extravagante es que el Gobierno no tenga ninguna posición y asuma la propuesta mediática del presidente de la Comunidad Valenciana, Eduardo Zaplana, para que inmediatamente después varios de sus ministros se nieguen a negociar la cesión a las comunidades autónomas de los impuestos especiales, y luego, ante el enfado de CiU, digan que nada está cerrado", agregó López Aguilar.Ayer, el culebrón de la futura financiación autonómica, que el Gobierno central no quiere negociar -para disgusto de Convergència i Unió- hasta principios del próximo año, vivió un nuevo episodio. El Ejecutivo de José María Aznar descarta ahora que la cesión del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas pueda superar un tope del 50%, según informó Europa Press. Sin embargo, si esta capacidad normativa del 50% del IRPF se transfiriera, por ejemplo a Canarias o a Baleares, no tendría el mismo efecto. Por eso, aunque no se descarta negociar sobre esta cuestión, se ve como un asunto que podría generar graves complicaciones. Las mismas fuentes explicaron que la cesión de este impuesto no debería superar, en ningún caso, ese porcentaje ya que el Ejecutivo se ve obligado a equilibrar presupuestariamente a las autonomías en caso de que lo necesiten.

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La transferencia actual es del 30%, pero si fuera superior al 50% tendrían que ser las comunidades autónomas las que acabarían aportando recursos para equilibrar las cuentas públicas.

En cualquier caso, todo indica que se ha optado por un plan Zaplana a la baja, sin impuestos especiales.

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