"El Gobierno de Schröder ha sido una carga para la economía alemana"
Es el José María Cuevas de Alemania. Dieter Hundt, presidente de la BDA, la patronal alemana, se muestra crítico con el canciller Gerhard Schröder, pese a que aprecia el giro de su política económica tras la "positiva" salida del Gobierno de Oskar Lafontaine. La entrevista se efectuó en Barcelona durante la reunión de la Asamblea de Patronales de Regiones Europeas (Fodere). Pregunta. Tras 16 años de Gobierno democristiano, ¿se sienten mucho menos cómodos los empresarios con uno rojiverde?
Respuesta. Para la economía alemana no importa tanto el color de un Gobierno como la política que practique. Ya en la época de Helmut Kohl, criticábamos que las cargas fiscales y los gastos por los pagos sociales eran demasiado altos. El Gobierno de Gerhard Schröder durante el primer año de su mandato ha sido una carga adicional aún más grave para la economía.
P. ¿Por qué?
R. Schröder ha anulado reformas importantes que se habían introducido durante la era de Kohl, como las referidas a los pagos a los trabajadores en caso de enfermedad. La medida había reducido el número de casos de personas con baja por enfermedad. Ahora hemos vuelto a la situación anterior. También se ha vuelto atrás en las medidas que hacían menos tajante la protección antidespido. Por último, hay las nuevas medidas sobre el seguro de la jubilación.
P. ¿No cree positiva la reforma del sistema de pensiones?
R. Contiene elementos muy positivos. Lo más importante es que, aparte de la jubilación impuesta por ley, habrá una jubilación privada que pagarán los trabajadores de su bolsillo. Pero, con esta reforma, entre 2020 y 2030 los pagos de las empresas por las jubilaciones aumentarán hasta el 22%, y hoy están en el 19,3%. Estoy tajantemente en contra.
P. La reforma fiscal sí ha ido en línea con los empresarios.
R. Va en el buen sentido, aunque tiene aún algunas imperfecciones en los pormenores. En esta última etapa, el Gobierno de Schröder se ha dado cuenta de que sólo una economía con una base sana permitirá el éxito.
P. La suma del precio del petróleo, un euro débil y los tipos al alza, ¿hasta qué punto frenarán la recuperación alemana?
R. Existe un riesgo muy alto de que estos factores tengan un efecto reductor en Alemania, que puede crecer el 0,5% menos, según los institutos de investigación económica. Es probable que cerremos el año, y también el próximo, con el 3% de crecimiento, el doble que en 1999, aunque estamos sólo en el promedio de la Unión Europea. Suben las inversiones y el consumo, a un ritmo del 2%. El índice de paro va a la baja [el 9%, en septiembre pasado]. Las exportaciones aumentarán este año el 11% por la debilidad del euro, aunque ésta supone que las importaciones de petróleo nos salen más caras, hay más inflación y una subida de tipos que frena la economía, pero estamos ya en el punto más bajo. El euro se fortalecerá.
P. ¿Fue oportuno que Schröder defendiera un euro débil mientras éste se desplomaba?
R. Bueno, su declaración fue seguida de una bajada aún más acentuada del euro. Creo que la economía alemana a largo plazo no puede estar interesada en tener un euro permanentemente débil. Necesitamos un euro estable.
P. ¿Le preocupa la inflación?
R. El euro ha tenido un efecto positivo para la estabilidad. En la UE tenemos índices de incrementos de precios nunca imaginados, con un promedio ligeramente superior al 2%. Ahora hay una ligera tendencia al alza [en septiembre, la inflación interanual en Alemania se situó en el 2,5%]. Estoy convencido de que el comportamiento consciente sobre los gastos en todos los países de la UE permitirá que la inflación se mantenga muy baja.
P. Alemania ha abierto sus fronteras a 20.000 informáticos extranjeros. ¿Se seguirá la misma línea en otros sectores de la economía?
R. Se dará la tarjeta verde a 20.000 informáticos de fuera y, paralelamente, se intensificará la formación en informática. También en otros sectores harán falta especialistas extranjeros cualificados, sobre todo ingenieros, especialmente a partir del año 2006
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