Las Ventas, desvergüenza

Lo acontecido el pasado domingo en el coso madrileño de Las Ventas certificó, una vez más, la desvergüenza de los mandatarios y regidores de dicha plaza taurina.Se devolvieron siete toros. Salieron un total de 13 por los chiqueros; cinco de ellos, indocumentados, sin divisa alguna. Mientras, el callejón, repleto de personas cuya presencia, como de costumbre, está injustificada.

Sí, España va bien; la Comunidad de Madrid, mejor, si nos atenemos a la defensa de los intereses personales y a la displicencia mostrada por sus regidores hacia el aficionado y abonado taurino.

Displicencia presente en estos últimos años, sin distinción ideológica de tales regidores, que se refleja, entre otras circunstancias, en la obligatoriedad del abono de otoño, sin asegurar medidas paralelas contra el más que probable contagio catarral-gripal; limpieza de corrales; venta transparente de los abonos sobrantes a los aficionados; debida información sobre festejos y fechas de renovación de abonos, sin tener que estar pendiente el titular de investigarlo en las páginas de la prensa diaria, etcétera.

Si algunos califican de cultura a la fiesta, no creo que sea arbitrario, ante hechos y circunstancias que se suceden, que otros la califiquen como de atraco consentido y legalizado si lo examinamos desde la óptica de la defensa del usuario pagador.

En realidad, todo este conjunto de hechos lo que viene a acreditar es la consolidación de una saga de Corleones taurinos que quizá algún día merezca una recreación cinematográfica. Entretanto, creemos que existe una asociación de abonados que no protesta ni emprende acción alguna que conozcamos contra tales desatinos.

Esperamos que al menos celebren el récord taurino alcanzado por el número total de astados devueltos durante un mismo festejo y recuerden al presidente que tuvo la entereza, a pesar de la larga sombra de los Corneones, de adoptar tal medida.- J. Francisco Hernández Sayans.