El inicio de Liga será impugnado si actúan extranjeros como comunitarios
La Liga de baloncesto empieza hoy envuelta en una polémica que repercute en todo el deporte español. Está en cuestión el reconocimiento como comunitarios de los jugadores de países que no pertenecen a la Unión Europea pero que tienen acuerdos de asociación con ella. Es el caso del esloveno con pasaporte turco Milic y del checo Zidek, ambos pertenecientes al Madrid. Si alguno de ellos es alineado hoy frente al Fuenlabrada, el partido será impugnado por la Federación Española de Baloncesto (FEB), y la Asociación de Clubes (ACB) será denunciada por el sindicato de jugadores españoles.
La polémica se sustenta en la decisión de la ACB de aceptar como punto de referencia jurídico la sentencia que el pasado mes de junio dictó el juzgado de lo social número 12 de Barcelona por la que el jugador estadounidense y con pasaporte turco del Tau, Sherron Mills, puede actuar en calidad de comunitario. A pesar de que la propia ACB recurrió contra la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña -cuya resolución debe ser conocida en breve-, en una reunión celebrada el pasado dos de octubre decidió tramitar las fichas como comunitarios de algunos jugadores de países que no pertenecen a la UE. A saber, y además de Milic y Zidek, los lituanos Karnisovas y Jasikevicius del Barcelona, Timinskas y Stombergas del Tau, el checo Storasta del Madrid aunque éste actuará en su segundo equipo y el propio Mills del Tau. José Luis Sáez, vicepresidente de la federación española, manifestó ayer que la FEB ya ha presentado un escrito ante el Consejo Superior de Deportes poniendo de manifiesto su desacuerdo con la tramitación de las fichas como comunitarios de estos ocho jugadores, por entender que la sentencia en el caso de Mills no es "firme", y también su voluntad de impugnar todos los partidos en los que intervengan estos jugadores. El primer encuentro será el que disputará el Real Madrid hoy en la cancha del Fuenlabrada (21.00 horas), adelantado a la primera jornada que se jugará el sábado y el domingo, y en el que el equipo madridista ha sido facultado por la ACB para alinear como comunitarios a Milic y a Zidek.
La FEB está en total desacuerdo con la admisión de estos jugadores como comunitarios y considera que la ACB, al tramitar las fichas de los mismos, ha vulnerado "clarísimamente" los convenios vigentes entre ambos organismos. La FEB considera también como "fraude procesal"el no haber sido parte en el procedimiento judicial que en su día se instruyó en el caso de Mills, "ya que fue omitida de la demanda de forma intencionada, con el fin de impedir que pudiera defender la legalidad de la resolución denegatoria de expedir la licencia como jugador comunitario a un nacional de un país no comunitario". Y añade que lo mismo sucedió con las demandas presentadas en su día por Stombergas y Jasikevicius y que fueron retiradas porque la ACB decidió tramitar sus fichas como comunitarios. La FEB estima que el desistimiento de las demandas constituye un fraude procesal y un abuso de derecho. En consecuencia, la FEB pide al CSD que anule el acuerdo de la ACB por el que se accede a otorgar licencias de comunitario a jugadores no comunitarios.
Sáez explica que la FEB presentó dos requerimientos para conocer la situación real de los jugadores en cuestión y a los que la ACB no le contestó de forma oficial. El presidente de este organismo, Eduard Portela, manifestó ayer: "Es lamentable que la federación no sepa que cuando una sentencia está emitida por un juzgado tiene validez aunque esté recurrida. Por lo tanto pensamos respetarla. La ACB no anulará los derechos fundamentales de nadie ya no solo como jugador sino como persona". Y desafió: "Quiero ver quien se atreve a anular un partido o estos derechos". También contestó a la posición adoptada por el sindicato de jugadores españoles (ABP), que está dispuesto -y así lo reiteró ayer su presidente, José Luis Llorente-, a presentarse en los Juzgados en cuanto algún extranjero juegue como comunitario: "No la entiendo. Al fin y al cabo están en juego los derechos de jugadores como ellos".
Sáez afirma que la intención de la FEB es obtener una respuesta jurídica firme, "bien estableciendo la cuestión por la vía judicial o bien enviándola al tribunal de Luxemburgo para que la interprete".
