Más de 300 personas se manifiestan en contra de que dos hermanos vuelvan con su madre biológica

Unas 350 personas, según informó la Policía Local, se manifestaron ayer en Dos Hermanas para oponerse al regreso de dos hermanos de 8 y 9 años junto a su madre biológica al haberse recuperado del alcoholismo, después de permanecer dos años con unos padres de acogida. La manifestación partió a las 12.20 horas desde la avenida Cristóbal Colón, recorrió las calles de Dos Hermanas hasta la plaza de la Constitución, ante las puertas del Ayuntamiento, y estuvo encabezada por los padres de acogida, Juan Sánchez Mancebo y Josefa Rivas Gómez.

La Audiencia de Sevilla ha ordenado que los dos niños deben regresar con su madre biológica, porque el alcoholismo "era el único dato negativo para el cuidado y atención de sus hijos" y en lo restante "siempre estuvo atenta en todo momento a sus necesidades, hasta el punto de pasar ella privaciones".La protesta fue convocada por la Asociación Andaluza por el Desarrollo de la Adopción y Acogimiento de Niños (Dana), que pretende repetir el éxito de anteriores convocatorias similares en Bollullos de la Mitación (Sevilla), aunque en esta ocasión no cuentan con el apoyo del Ayuntamiento de Dos Hermanas, según informa Efe.

Antes de la protesta, los padres de acogida dijeron en rueda de prensa que no quieren entrar en ninguna confrontación con la madre biológica y aseguraron que los pequeños "están nerviosos y dicen que no se quieren ir de su casa".

La abogada de los padres, María José Pérez Alfonso, señaló que si los niños hubieran querido marcharse ya los hubieran entregado y subrayó que en estos casos "lo que debe prevalecer son los derechos del menor frente a cualquier otro".

La madre biológica de los niños, María del Carmen Fernández, hizo un llamamiento a los padres de acogida y les pidió "que dejen de utilizar y manipular" a sus hijos. Además señaló a la familia de acogida como responsable de que la niña padezca alopecia y de que el niño tenga trastornos del sueño.

María del Carmen Fernández dijo que en la información judicial del caso se recoge que sus hijos manifestaron que deseaban volver con su madre cuando se curase de su enfermedad, sobre la que la hija señalaba creer que era cáncer.

La madre biológica indicó que se enteró por la televisión de que sus hijos la daban por muerta pero subrayó que ella les iba a ver al único centro de acogida donde estuvieron ingresados, desde septiembre de 1996 a abril de 1997, en Carmona, y que no faltó a las visitas hasta que en junio de 1997 pasaron a la familia de acogida.

Para la asociación, la sentencia de la Audiencia es una "aberración jurídica", que vulnera el "sentido común y que "atenta gravemente" contra los principios que debe defender la ley de Protección del Menor. Según Dana, la sentencia fue adoptada desoyendo los informes de la Junta, que decretó la situación de desamparo al entender que la madre no era capaz de proporcionar una "atención globalizada" a sus hijos. Por ello, dice que el tribunal, con una "mentalidad decimonónica, ha primado el derecho de sangre sobre el del menor".