Macias promete un plan de choque en materia de vivienda que la oposición descalifica globalmente

Mal trago pasó ayer el consejero de Política Territorial, Pere Macias, en el Parlament. Él mismo había pedido comparecer para explicar las "medidas de choque en materia de vivienda". La oposición le escuchó y le criticó con tal dureza que Macias, habitualmente suave en las formas, acabó arremetiendo contra el diputado del PSC Oriol Nel.lo al que calificó de "ridículo" y acusó de "hacer trampas con las cifras". No fue ajeno a todo ello que Nel.lo le dijera, a raíz de la dimisión del director del Incasol, Joan Antoni Solans, que el departamento vive un grave deterioro.Macias explicó que Cataluña dispone de 50.000 hectáreas de reserva en suelo urbanizable y que en los próximos cuatro años el Gobierno catalán aportará 40.000 millones de pesetas para promover suelo edificable. Con estos mimbres, la aportación del Gobierno central y las inversiones municipales y privadas pertinentes se podrían construir 192.000 viviendas en Cataluña en el próximo decenio, 42.000 de ellas de protección oficial.

Nel.lo no le dio cuartel. El plan de Macias, dijo, surge de ver lo que ha hecho el mercado en los últimos 10 años y extrapolarlo a los 10 que vienen. Eso, dijo, no es gobernar, es dejar que las cosas vayan a su aire. Pero además, el plan es territorialmente inconsistente. Prevé que se construyan 35 viviendas por hectárea, una cantidad menor a la registrada hasta ahora. En la comarca del Barcelonès, se prevén 28.000 viviendas en 20 hectáreas. Además, y contra lo decidido hace cuatro meses por el propio Parlament, el plan no hace referencia alguna a la rehabilitación. Más aún: en la región metropolitana (4,2 millones de habitantes) el plan prevé la construcción de 50.000 viviendas, mientras que en el resto del territorio (1,8 millones de habitantes) deberían construirse 52.000. "¿Van a desplazar a la gente?", preguntó el diputado socialista. En materia de ley del suelo, la preparada por el Gobierno central vulnera, en opinión de la oposición, la autonomía local y autonómica. Pero el Gobierno catalán no recurre al Constitucional para no molestar al PP.

Diputado en silencio

La puntilla fue la alusión a la dimisión de Solans dejando los planes territoriales previstos desde 1983 aún inacabados. Macias respondió como pudo, al principio de forma muy agresiva. Reprochó a Nel.lo incluso haberse preparado la intervención.Pero Macias se quedó corto al lado de la intervención del diputado de Unió (y funcionario del Incasol) Carles Puigdomènech. Tenía la palabra para preguntar al consejero, pero se dedicó casi exclusivamente a denigrar a los socialistas hasta el punto que, al terminar su intervención, la mesa se lo recriminó y dio la palabra a Nel.lo para replicarle. Puigdomènech se revolvió contra la mesa y pidió volver a intervenir. Fue autorizado, pero desde el propio grupo de CiU se le impidió hablar de nuevo. Antes ya había anunciado que los socialistas echarían de menos a Jordi Pujol cuando dejara el Gobierno y había ironizado sobre el "gobierno a la sombra" presentado ayer por Pasqual Maragall. Nel.lo le replicó: "Sólo hay un gobierno a la sombra: el de Pujol, a la sombra del PP".