Vuelve la radionovela

Alfredo Asensi retoma con 'Lagartijo', el primer 'califa' del toreo, un género radiofónico olvidado

El centenario de la muerte del torero Rafael Molina Sánchez, Lagartijo, considerado el primer califa del toreo, ha sido la excusa para que el periodista Alfredo Asensi (Málaga, 1940), actualmente dedicado a labores de comunicación de empresa en Córdoba, mate el gusanillo de su amor por la radio y al mismo tiempo vuelva a poner de actualidad un género que se creía perdido: la radionovela. Asensi dejó los micrófonos con la desaparecida Antena 3, después de una larga trayectoria en el medio, pero nunca se ha separado del todo de su vocación.Ahora comenta que ya no le apetece el día a día de los estudios, pero sí este invento que ha entusiasmado a la sociedad cordobesa y que ha encontrado en Radio Córdoba, de la Cadena SER, su medio de difusión. Estos días se emite la radionovela Lagartijo, a la que Asensi se ha visto "un poco obligado" después del eco que tuvo la dedicada en 1997 a Manolete con motivo del 50 aniversario de su muerte. Esta radionovela se desarrolla en ocho capítulos, que comenzaron a emitirse el pasado domingo y que acabarán el 15 de octubre.

En aquella ocasión comenta que se le ocurrió la idea y se la trasladó a Matías Prats, que, después de leer los guiones, se entusiasmó y ofreció su colaboración. Para Manolete contó con 300 voces, "algunas famosas para poner la guinda", y el resto de personas de la calle, pues su principal interés residía en "ofrecer al torero un homenaje popular y trasladar su biografía a la radio, que es en lo que consiste la radionovela".

A partir de entonces, Alfredo Asensi empezó a trabajar en lo que será una nueva radionovela que precisará la intervención de más de 400 voces, pues en ella quiere reflejar la historia de Córdoba entre los años 1900 y 1950. Es ahí donde se incardinaba un capítulo dedicado a Lagartijo, que, con la circunstancia de los actos de conmemoración del centenario de su fallecimiento -ha habido en Córdoba exposiciones y ciclos de conferencias sobre esta figura del toreo y terminarán los actos con una probable corrida de toros con Finito, Chiquilín y José Luis Moreno en el cartel- ha acabado teniendo entidad propia. Así las cosas, dice el periodista que ya "amenaza" con hacer la radionovela de Guerrita, otro califa del toreo.

Encontrar testimonios sobre Lagartijo no ha sido tan fácil como con el caso de Manolete, ya que es un siglo lo que ha tenido que retrotraerse el guionista y director de la obra. Ha buscado periódicos y libros de la época, y se ha apoyado especialmente en un detractor del diestro, Antonio Peña y Goñi, defensor de Frascuelo, que polemizaba con Mariano de Cavia, Sobaquillo, a su vez admirador de Lagartijo. Pese a la rivalidad, es en los textos de Antonio Peña y Goñi donde Asensi ha encontrado las referencias más interesantes sobre su personaje. Con todo, la radionovela no es cronológica, sino que parte de la muerte del torero y de una imaginaria tertulia a la que se acerca Sobaquillo para indagar sobre el fallecido, en la que el autor introduce a personajes contemporáneos del torero, como Julio Romero de Torres o el escultor Mateo Inurria, que caracterizan tipos de la época, como Francisco Rodríguez, Caniqui El Viejo, un tertuliano lleno de gracejo y de enjundia que interpreta José Castellano, El Séneca.

Alfredo Asensi hace una apuesta por el género, tan fácil de ejecutar con los medios técnicos de que se dispone actualmente que permiten grabar por separado los diálogos y hacer el montaje posteriormente. Gracias a esa facilidad se ha podido hacer un casting en la prisión provincial y contar con las voces de seis reclusos de 15 que se presentaron. También se ha podido así incorporar a los diálogos pasodobles inéditos y piezas musicales del compositor y director Luis Bedmar, uno de los grandes apoyos con los que ha contado Asensi para sacar adelante su proyecto, ya que no se sabía exactamente cómo se desarrollaba la lidia hace un siglo ni si se apoyaba en la música la actuación de los toreros.