IU de Córdoba rechaza la gestión de Luis Carlos Rejón y se queja del veto impuesto a Julio Anguita

La asamblea de Izquierda Unida de Córdoba rechazó ayer el informe político de gestión del coordinador provincial saliente, Luis Carlos Rejón, y aprobó enviar una queja a la dirección regional por haber vetado la presencia del coordinador general de IU, Julio Anguita, a esta asamblea y al resto de las provinciales de Andalucía. Este congreso, convocado entre otras cosas para renovar la dirección, no pudo designar al nuevo coordinador de Córdoba, ya que las dos candidaturas presentadas, lideradas por Andrés Ocaña y Enrique Centella, empataron a 22 miembros electos al consejo provincial.

Las dos listas presentadas a la asamblea obtuvieron el mismo número de miembros (22) para formar el consejo provincial de Izquierda Unida, que es quien elige al máximo dirigente de la federación cordobesa. La asamblea se había convocado para renovar la dirección provincial, elegir nuevo coordinador y designar a los delegados que asistirán a los congresos federal y regional de IU. Para la elección de coordinador se presentaron las citadas dos candidaturas. La de Andrés Ocaña, arropada por el aparato local de IU, consiguió 203 votos (50,3%); mientras que la de Enrique Centella, apoyada por la dirección regional de PCA, obtuvo 195 sufragios (48,3%). Según estos datos, a cada uno le correspondían 22 de los 44 miembros del consejo provincial que elige la asamblea. Al producirse el empate, ambos candidatos decidieron esperar a que las agrupaciones comarcales designen ahora a los 33 miembros de la dirección que aún faltan por elegirse para decidir al nuevo coordinador, lo que se producirá dentro de unos 20 días. Mientras tanto, una comisión política ejecutiva compuesta por seis personas se hará cargo de la organización política en Córdoba.

Ambos candidatos presentaron listas también para la elección de delegados a las asambleas regional y federal. En cuanto a la primera, cada uno consiguió siete representantes, mientras que para la federal, la de Ocaña envía cinco delegados por cuatro la de Centella.

Pero desde su inicio la asamblea cordobesa de IU dio pruebas de que podría ocurrir cualquier cosa con el resultado final de las votaciones. De los 374 delegados que votaron el informe de gestión de Luis Carlos Rejón, 106 dieron el visto bueno al mismo, mientras que 110 lo votaron en contra y 158 se abstuvieron. En el debate de este documento se criticó el descalabro electoral sufrido por IU en las elecciones municipales, autonómicas y generales, aspecto éste que según los delegados se había eludido en el informe. Rejón contestó que no había hecho referencia a este asunto por haber sido debatido con anterioridad en distintos consejos provinciales.

Los delegados criticaron la gestión de la dirección saliente, que no se hubiese aumentado la presencia de la organización en las distintas comarcas y que el documento presentado hablase de número de afiliados y de la situación económica de la formación sin entrar en otros aspectos políticos. Se quejaron igualmente de que este informe llegase a la asamblea sin haber sido aprobado antes por la dirección provincial de la organización.

Sin embargo, Rejón contestó que "parte" de este documento había recibido el visto bueno de la ejecutiva antes del verano. Se quejó de que durante su mandato ha encontrado una oposición a su trabajo y pidió que a la nueva dirección no se le trate de la misma forma "porque así no llegamos a ninguna parte".

Sobre el estado de las finanzas de IU de Córdoba, Rejón alardeó de haber dejado saneadas, incluso con superávit, las arcas de la coalición, e hizo una comparación de esta situación con la del déficit que arrastra la organización a nivel federal y regional. "Nosotros tenemos dinero, no tenemos números rojos, ni tenemos que pensar a quiénes vamos a despedir", señaló en referencia a los despidos que se produjeron en IU después de las elecciones generales.

Por otro lado, la asamblea aprobó por 226 votos a favor, 91 en contra y 36 abstenciones, trasladar a la dirección regional una queja por haber impedido que Anguita participara en este congreso y en los del resto de las provincias andaluzas. Anguita, por su parte, rehusó hacer comentarios sobre este veto impuesto. Indicó que él no puso inconvenientes para estar presente como invitado en la asamblea, pero que ante la decisión de la ejecutiva regional había desistido de hacerlo. "Para poder exigir hay que cumplir", dijo tras explicar que se quedaría guardando libros en su casa de Córdoba, que ocupará en breve.