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El PP tacha de "aventurero" a Maragall por pedir la reforma del Estatuto

Enric Company

Jordi Pujol ha dejado de ser un problema para el Partido Popular (PP), que ha pasado de considerarlo un peligro para España a apuntalarlo en el Gobierno catalán. Las acusaciones que el PP lanzaba hasta hace poco contra el líder nacionalista son prácticamente las mismas que ahora dirige contra el socialista Pasqual Maragall. El presidente del PP catalán, Alberto Fernández Díaz, acusó ayer a Maragall de apostar por el "aventurerismo político" por haber suscrito una resolución con ERC e Iniciativa-Verds en la que se propone la reforma del Estatuto de Autonomía y, si procede, de la Constitución.

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A las 24 horas del debate parlamentario sobre la orientación política del Gobierno de la Generalitat en el que CiU y el PP renovaron su alianza en Cataluña, Fernández Díaz asumió su papel de ariete de la mayoría de centro derecha contra la alternativa progresista que encabeza Maragall. El dirigente conservador retomó uno de los argumentos ya utilizados por el PP contra el PSOE en la última campaña electoral a propósito de la candidatura conjunta de las izquierdas catalanas para el Senado. La alianza del PSC-Ciutadans pel Canvi con los independentistas de ERC supone, afirmó, que los socialistas cuestionan la Constitución y apuestan "por el aventurerismo político".Además, Fernández Díaz afirmó que eso "pone a prueba el liderazgo" del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, porque, según el PP, obliga a "aclarar a la sociedad española y catalana si el PSOE tiene un proyecto político coherente y es algo más que una federación de partidos sin común denominador".

El portavoz de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, recordó ayer que su partido concurrió a las pasadas elecciones autonómicas y legislativas con algunas propuestas que implicaban la reforma de la Constitución y del Estatuto. Señaló que hablaba de la reforma del Senado, de una reforma autonomista de la Administración de justicia y de la ampliación del Estatuto para adaptarlo a los tratados de la Unión Europea. "Todo esto fue asumido por el PSOE", afirmó Iceta.

El PP consiguió que, a cambio de garantizarle la estabilidad en el Parlamento catalán, CiU y el Gobierno de Pujol apoyaran en el reciente debate una moción que les compromete a mejorar el autogobierno "en el marco del Estatuto y la Constitución". Fernández Díaz presentó esta resolución como un éxito de su partido. Pero a diferencia de lo que sucede en Euskadi con el PNV, en Cataluña una declaración de CiU en este sentido no es ninguna novedad. Pujol tiene una propuesta muy elaborada sobre la mejora del autogobierno que no incluye la reforma del Estatuto. Y durante sus 20 años de presidente de la Generalitat se ha negado repetidamente a plantear una reforma de la que siempre ha destacado que sólo podría prosperar en las Cortes Españolas con el apoyo de los dos grandes partidos, el PP y el PSOE.

Paralelamente a la consolidación de la alianza entre CiU y el PP, el debate parlamentario sobre la orientación del Gobierno catalán produjo también un avance en la configuración del bloque progresista alternativo. Ayer lo reafirmaron así los tres partidos implicados, PSC-Ciutadans pel Canvi, ERC e Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V).

Los republicanos estuvieron ayer especialmente interesados en subrayar que se ha desvanecido totalmente cualquier posibilidad de acuerdo con CiU, pese a las maniobras del Gobierno catalán para disimularlo. Los portavoces de ERC destacaron que la plataforma de 10 puntos votada conjuntamente en el Parlamento catalán con el PSC e IC-Verds contiene las bases para una colaboración muy amplia.

Entre estos puntos figuran numerosas cuestiones de política sectorial, además de las grandes cuestiones, como la reforma del Estatuto y la del Senado, y la financiación autonómica. Aunque en términos todavía muy vagos, incluye una declaración de intenciones sobre las políticas con mayor repercusión social: sanidad, educación, atención a la inmigración y servicios sociales, y también sobre la política de transportes y grandes infraestructuras de comunicación.

Esta plataforma comprende igualmente el compromiso de elaborar una ley electoral de Cataluña, un asunto que ha cobrado una importancia notable después de que las últimas elecciones demostraran que la actual normativa permite que el segundo partido en número de votos pueda conseguir más escaños que el primero.

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