"Europa no necesita un euro débil para ser competitiva"
La primera visita oficial a España del comisario Pascal Lamy coincidió con la intensificación de la protesta social por la escalada del precio de los carburantes. Pasó por Madrid antes de partir hacia América del Sur con el objetivo de seguir negociando la posibilidad de alcanzar un tratado de libre comercio con el Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) y Chile. Lamy es el hombre de la UE en la carrera con EE UU para conseguir posicionar al comercio europeo por delante del estadounidense en la zona. Debe, además, intentar poner fin a muchos conflictos comerciales con EE UU antes de poner en marcha una nueva ronda del comercio mundial tras el fracaso de Seattle. Lamy se estrenó en su cargo con aquella cumbre.Pregunta. Hay dos graves crisis en Europa: el desplome del euro y la escalada de los precios de los carburantes. Ambas están relacionadas y pueden afectar a la competitividad europea. ¿Cómo debe manejar Europa la actual situación?
Respuesta. En el caso del euro, visto desde mi punto de vista, es decir, desde el comercio, Europa no tiene necesidad de un euro débil frente al dólar para ser competitiva en sus exportaciones. En términos generales, creo que la opinión sobre el tipo de cambio del euro debe ser dejada a un menor número de personas, ya hay demasiada gente hablando sobre esto. Respecto a la crisis petrolera, la cual va de la mano del euro, yo creo que Europa está ahora enfrentando una situación en la cual no estamos dando cuenta de que en términos de impuestos no tenemos la armonización suficiente y, en lo que respecta a los impuestos que gravan los carburantes, ni siquiera tenemos un marco común suficiente para poder actuar a corto y medio plazo. Lo único armonizado que tenemos es el IVA. Creo que esta crisis es una buena ocasión para pensar si debemos o no ir más lejos en la armonización fiscal comunitaria.
P. ¿Qué le parecen las respuestas de urgencia que Francia e Italia han dado a la crisis del gasóleo, reduciendo los impuestos que gravan este carburantes y ayudas a los sectores más perjudicados?
R. Creo que a medio plazo no es una buena idea reducir los impuestos de los carburantes. No por los productos, sino porque es energía y Europa consume demasiada. Ha sido un respuesta de esos Gobiernos a medio plazo debido a que la Comisión Europea no la tiene. No creo que se pueda criticar a los Estados miembros que hayan actuado para resolver el problema. Nosotros debemos proveer una estrategia comunitaria. La única política energética que ha sido diseñada a escala europea ha sido la de impulsar la liberalización de nuestros mercados energéticos. Algunos miembros lo están haciendo más rápido; otros, no.
P. De todas las disputas comerciales que usted debe resolver en nombre de la UE hay dos que interesan más a España: la del plátano con EE UU y la de los astilleros con Corea del Sur. ¿Qué hará para defender esos sectores?
R. En el caso del plátano tenemos una posición común en Bruselas, y es que debemos proteger a los productores. La cuestión es cómo lo haremos, si con un sistema de cuotas o de tarifas. No es correcto decir que un sistema de cuotas es inherentemente bueno y que uno de tarifas sea malo. Ambos tienen sus características, sus ventajas y sus desventajas. Lo importante es que el sistema que se adopte sea eficiente y acorde con las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Dicho esto, en este momento la opción que la UE prefiere es la del sistema de cuotas. Estoy trabajando en este sistema y veremos si alcanzamos un acuerdo en el seno de la UE a más tardar a finales de octubre.
P. ¿Cree que EE UU aceptará la opción de la UE?
R. No lo sé. Pero espero que EE UU acepte que en el caso del sistema de cuotas el precio del plátano es el mismo, mientras que el beneficio va al bolsillo del productor. En el sistema de tarifas, ese beneficio va a los fondos recaudados por la Unión Europea.
P. ¿Y el caso de los astilleros?
R. A raíz de la crisis asiática, la industria naval surcoreana invadió el mercado en condiciones anticompetitivas, según nuestras sospechas. Desde principios de este año hemos tenido éxito en convencer al Gobierno surcoreano de que frene que los precios de producción no sigan bajando. Corea del Sur ha aceptado negociar debido a que tenemos muchos elementos que pueden darnos la razón ante la OMC. Hasta el momento las negociaciones con el Gobierno surcoreano han sido moderadamente exitosas y esperamos que para finales de año alcancemos un acuerdo.
P. Otra potencial disputa que preocupa a España es la de los fabricantes aeronáuticos Boeing y Airbus (Casa participa en un 4,2% en Airbus).
R. Es una disputa potencial, no lo niego. Tenemos un acuerdo firmado en 1992 entre la UE y EE UU sobre subsidios a la fabricación aeronáutica. En la medida en que las ayudas a ambos fabricantes se mantenga dentro de este acuerdo no habrá disputas.
P. Pero EE UU ha objetado las ayudas para la construcción del superjumbo de Airbus.
R. Los subsidios para la construcción de esta aeronave deben ser acordes con el pacto de 1992 y los países miembros del consorcio aún están discutiendo la fórmula. La totalidad de las ayudas para la fabricación de este modelo no se conocen de momento, dado que la decisión de echar adelante definitivamente con el A3XX todavía se tiene que concretar. Ni siquiera se han abierto aún las negociaciones al respecto.
P. ¿Teme que la compra de la compañía de móviles estadounidense Voicestream por parte de Deutsche Telekom también se convierta en una disputa?
R. La oposición a esta operación se dio en ciertos círculos políticos estadounidenses, pero estoy satisfecho porque el Gobierno no ha objetado esa operación.
P. ¿Con todas los enfrentamiento comerciales vigentes y potenciales que hay con EE UU, cree que será posible lanzar una nueva ronda comercial mundial para subsanar el fracaso de Seattle?
R. Ha habido progresos técnicos, pero políticamente la situación no ha mejorado. Es una situación complicada porque la necesidad de lanzar una nueva ronda comercial a escala mundial sigue allí, a pesar de las trabas políticas.
P. Usted parte hacia Suramérica para dar otro impulso a la relación comercial con la UE. ¿Cree que ganará la carrera a EE UU para firmar un acuerdo de libre comercio con la región?
R. Tenemos que hacer un gran esfuerzo porque a pesar de que somos el primer inversor en la región y el primer socio comercial de Mercosur, nuestro comercio está muy por debajo de nuestras inversiones. Para nosotros, tanto la negociación con Mercosur como con Chile constituye una máxima prioridad de nuestra política comercial bilateral. Tenemos claro que queremos manterner y consolidar nuestra posición primordial en esta región y éste será el mensajé principal que transmitiré durante mi gira por América del Sur.
P. ¿Cuál es el papel que espera de España en esta negociación?
R. España y Portugal han sido los países que han encabezado el esfuerzo por acceder al mercado latinoamericano. No obstante, no son los únicos interesados en que el comercio entre ambas zonas se fortalezca. Ahora es una tarea de la UE conseguir una mayor apertura de estos mercados. Italia, Alemania, Francia y el Reino Unido también tienen una un gran interés en este asunto.
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