Un centenar de vecinos protesta en Jaén para pedir la expulsión de una familia

Más de un centenar de vecinos del barrio jiennense de San Juan se encerró ayer en el Patronato Municipal de Asuntos Sociales para protestar por la situación de marginalidad e inseguridad que padece esa zona del casco antiguo de la capital jiennense. Todos los comercios y bancos del barrio cerraron sus puertas para secundar una protesta con la que pretenden la expulsión una familia que, según los afectados, tiene amedrentado a todo el vecindario. La vigilancia policial se intensificará este fin de semana.

Traslado por ruina

El encierro vecinal, que concluyó al filo del medio día, fue el detonante a la situación de tensión que vive la barriada desde hace varios meses. "Parece que vivimos en un barrio fantasma porque nadie sale a la calle por temor a ser atracados o víctimas de alguna agresión", manifestó el presidente de la asociación vecinal Torre del Concejo, Rafael Palomino. Los vecinos piden al Ayuntamiento que traslade a otro lugar a la familia a la que atribuyen gran parte de responsabilidad en la situación y que está compuesta por un matrimonio y 13 hijos de entre uno y 20 años.

A esta familia, de etnia gitana y realojada en una vivienda del barrio, quienes protagonizaron el encierro le atribuyeron la responsabilidad por el clima de inseguridad en el barrio. "No es una postura racista, pero ya no podemos aguantar más las continuas agresiones o robos", indicó el portavoz vecinal, quien añadió que en lo que va de año seis comercios han cerrado sus puertas definitivamente al no poder soportar el clima de inseguridad.

Además, los vecinos no se atreven a denunciar los hechos por temer represalias posteriores.

Los manifestantes depusieron el encierro tras reunirse con el concejal de Asuntos Sociales, Antonio Lucas, quien confirmó que la familia denunciada está "desestructurada" y sus miembros acusan un elevado absentismo escolar, desempleo, insalubridad y consumo de sustancias tóxicas.

Lucas dejó abierta una puerta al traslado de esta familia, aunque amparándose en la situación de "ruina" que presenta la vivienda que habitan. La casa en la que vive esta familia, financiada por el Patronato de Asuntos Sociales, está en malas condiciones, por lo que el propio concejal del área ha reconocido que se deberá buscar pronto una salida "porque sino puede ocurrir una desgracia mayor".Los vecinos del barrio de San Juan no han querido nunca que esta familia viva allí, pero los hechos se agravaron cuando en el mes de agosto uno de los miembros le dio un golpe a un policía cuando fue a retirarles una moto.

El Ayuntamiento ha pedido a la Junta de Andalucía su colaboración para intervenir en los casos de menores no escolarizados y mal atendidos. También se ha pedido el apoyo de los jueces y fiscales para atajar esta situación.

De momento, los vecinos han pedido que este fin de semana se refuerce la vigilancia policial en el barrio por el temor a ser reprendidos por los miembros de la familia en cuestión.

Los vecinos del barrio de San Juan -en el que habitan más de 6.000 personas- aprovecharon el encierro para hacer patentes otras muchas reivindicaciones relacionadas con lo que calificaron "el estado de abandono del barrio".

En este caso contaron con el apoyo de los grupos de la oposición en el Ayuntamiento, PSOE e IU, que han anunciado que llevarán este tema al pleno de la próxima semana,

Los representantes del PSOE pidieron al gobierno del PP que destine en los presupuestos del próximo año 100 millones de pesetas para poner en marcha un plan global de erradicación de la pobreza y otras actuaciones de tipo social. "Las medidas no pueden ser solamente de índole policial", manifestó la concejala socialista María Luisa Grande. En su opinión, "la marginalidad del barrio afecta a la trama social, a las relaciones entre vecinos y a la pérdida de apoyo social".