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DEBATE DE POLÍTICA GENERALLAS PRIORIDADES DE LA IZQUIERDA1. Reforma del Estatuto y, si procede, la revisión del texto constitucional en favor de un reconocimiento efectivo del carácter plurinacional, pluricultural y plurilingüístico del estado español. 2. Nueva financiación autonómica que acerque el sistema financiero público al nivel de recursos del sistema foral. 3. Más autogobierno en la línea de los estados federales: reforma del Senado y presencia de las autonomías en los organismos europeos. 4. Nueva ordenación territorial de Cataluña. 5. Redacción de una ley electoral catalana. 6. Política de integración social y cultural de la inmigración. 7. Espacio social y laboral catalán. 8. Mejora de los servicios públicos. 9. Programa para incorporar Cataluña a la nueva economía y la sociedad de la información evitando la posible fractura social y territorial. 10. Fomento del transporte público y la movilidad sostenible.

La izquierda catalana pacta una plataforma alternativa a CiU y el Partido Popular

Las tres fuerzas de izquierda del Parlament -socialistas, republicanos y ecosocialistas- han alcanzado un acuerdo de principio para presentar una alternativa a la mayoría de derechas formada por Convergència i Unió (CiU) y el Partido Popular (PP). La concesión que el socialista Pasqual Maragall ha tenido que hacer para incluir a Esquerra Republicana (ERC) ha sido convertir en propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía, y eventualmente de la Constitución, lo que hasta ahora había planteado sólo como "adiciones" para superar lagunas y adecuarlo a los tratados europeos.

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Puentes entre CiU y ERC

El desdén con que Jordi Pujol rechazó el miércoles en el Parlament la oferta de pacto de gobierno que le formuló solemnemente el líder de ERC, Josep Lluís Carod, echó a los independentistas en brazos de Maragall. La consecuencia de aquel rechazo fue la inmediata elaboración de una plataforma de 10 puntos entre el PSC-Ciutadans pel Canvi, ERC, e Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V), que ayer fue sometida a votación en el Parlament en la última sesión del debate anual de orientación política general. Fue rechazada por 68 votos en contra, los de CiU y el Partido Popular (PP), frente a 67 a favor, que son los que suma la izquierda.Pujol había evitado hasta ahora la formación del bloque alternativo manteniendo en el Parlament una política de mano abierta a todos los grupos en infinidad de cuestiones menores, administrativas, y un acuerdo de fondo con el PP, no escrito ni formalizado, pero que le garantiza la estabilidad de su Gobierno en el Parlament y le permite superar las embestidas de la oposición de izquierda en los asuntos cruciales, como sucedió meses atrás con el escándalo del caso Pallerols (un asunto de presunta financiación irregular de Unió) y la aprobación de los presupuestos del 2000, entre otros casos.

Las condiciones del PP

La izquierda calificó el acuerdo entre los tres partidos como "el fin de una etapa y el inicio de otra", por boca Maragall, del presidente de IC-V, Rafael Ribó, y también de Carod, éste en declaraciones a la cadena SER. Los tres dirigentes consideraron que este debate de política general ha supuesto un punto de inflexión en la legislatura, que CiU había conseguido superar hasta ahora sin que las izquierdas configuraran una oposición conjunta. El obstáculo principal había sido hasta ahora la voluntad de ERC de mantenerse equidistante de Pujol y Maragall.

Los republicanos abandonaron esta equidistancia en julio, cuando decidieron ofrecer un acuerdo de gobierno a CiU con el objetivo de formar en el Parlament una mayoría de 68 diputados que hubiera "liberado" a Pujol de su dependencia del PP. El humillante rechazo con que Pujol respondió anteayer a la oferta ha tenido la inmediata consecuencia de alinear a ERC con el resto de la oposición de izquierdas.

Jose Maria Tejederas Chacon

Pujol trata de desactivar el bloque de izquierdas con una disculpa por el trato dado a Carod

La resolución aprobada sobre financiación se basa en los planteamientos propuestos por los conservadores, si bien se anularon todas las referencias explícitas que pudieran incomodar a CiU. La coalición nacionalista había hecho su propia propuesta, en la que subrayaba que el nuevo sistema tenía que ser "más justo para Cataluña" y debía servir para proporcionar "una verdadera autonomía financiera" y facilitar una política fiscal propia. Ninguno de estos planteamientos figura en la resolución finalmente aprobada con el apoyo del PP.El PP también impuso a CiU una resolución por la que insta al Consell Executiu a presentar el proyecto de presupuestos para 2001 "dentro de los plazos necesarios para que sean aprobados antes de finalizar el año". De esta forma, los conservadores eliminaron la posibilidad de prorrogar los presupuestos actuales, una opción que CiU tenía en cuenta.

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