Zeleste se queda sola en su adiós
Barcelona abandonó Zeleste a su propia suerte. El último concierto de la histórica sala, protagonizado por Carlos Segarra y Daniel El Higiénico, apenas reunió a trescientas personas, a pesar de que no se cobraba entrada. Los organizadores atribuyeron el fiasco a que el concierto apenas había sido promocionado.Tras 27 años formando parte de la historia cultural de Barcelona, así de triste fue la despedida de la histórica sala. Después del concierto, los empleados de Zeleste comenzaron a desmontar los equipos de una sala cuyo desahucio por impago de alquileres se hará efectivo el próximo día 9.
Carlos Segarra y Daniel El Higiénico pasarán así a la historia por haber sido los últimos artistas que subieron al escenario de Zeleste.
Con este cierre, Barcelona queda muy dañada en su infraestructura musical. Carlos fue el primero en subir a escena haciéndose acompañar por su última banda, Rock'N'Roll Club, la cual presta también el nombre a un disco, publicado recientemente, que recoge versiones de clásicos del rock.
El escasísimo público mezcló en la noche dos sentimientos contrapuestos. Si por un lado se mostró alegre por la energía y buenas maneras de Segarra, por otro se sintió entristecido por el hecho de saber que aquélla era la última noche de música en el local.
Ni siquiera la actuación de Daniel El Higiénico, un cantante paródico que fundamenta en el humor su discurso musical, pudo con el regusto triste de la noche.
Con estas actuaciones Barcelona despedía su sala de conciertos más emblemática, una sala cuya sola mención en toda Europa estaba asociada a la ciudad que la ha visto nacer, crecer y morir.
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