"Me siento identificado con el corte tradicional de baile"

Miguel Vargas Salazar (BarinasVenezuela, 1975) es uno de los cuatro finalistas del concurso de jóvenes intérpretes de la XI Bienal de Flamenco de Sevilla. Criado en Alemania, comienza a bailar a los seis años, aunque no es hasta su llegada a España cuando empieza a recibir clases de algunas delas más importantes figuras del baile flamenco como Manolete, el Güito, Carmen Cortés, Ana María Bueno, Antonio Canales y Juana Amaya. Más tarde toma contacto con los tablaos y las compañías de baile, de la mano de Mario Maya, Carmen Ledesma o Concha Vargas, con los que afianzará sus conocimientos. A sólo unos días de la celebración del concurso no para de trabajar y ensayar preparando una de las citas más importantes de su vida.

Pregunta. ¿Cómo espera la llegada del concurso de jóvenes intérpretes de la XI Bienal de Sevilla?

Respuesta. Con muchas ganas e ilusión, ya que es un concurso muy importante que se celebra en Sevilla, en el Lope de Vega y, encima de todo eso, en la Bienal de Sevilla. Así que, como se puede intuir, el peso de la responsabilidad se deja notar. Por suerte, el exceso de trabajo me mantiene bastante distraído, por lo que procuro no pensar demasiado en ello y controlar los nervios.

P. Además del concurso de la Bienal, ¿en qué proyecto trabaja actualmente?

R. Bueno, la verdad es que llevo algún tiempo trabajando con mi propia compañía. Hasta la fecha he presentado dos espectáculos, que me han permitido estar en acontecimientos tan importantes como la inauguración de un museo de Picasso en Alemania. Sin embargo, prefiero ir poco a poco y que todo llegue cuando tenga que llegar.

P. ¿Qué opinión le merecen las últimas tendencias del baile flamenco que se están viendo en la Bienal?

R. Personalmente me siento identificado con el corte tradicional de baile, sin embargo, pienso que cada uno es libre de hacer lo que quiera. De momento he de centrarme en aprender y conocer todo lo que se ha hecho hasta la fecha y después vendrán las inquietudes y las ganas de investigar e innovar. Pero todavía es muy pronto para eso.

P. ¿Cuál ha sido el bailaor que más le ha gustado en toda la historia del flamenco?

R. La verdad es que no podría quedarme sólo con uno, porque han sido muchos los que me han marcado por determinadas circunstancias. Pero de entre todos ellos sí que podría destacar a Farruco, Manolete y El Güito.

P. ¿En qué modo influye ser el marido de una cantaora como Esperanza Fernández en su vida cotidiana?

R. Evidentemente me permite vivir el flamenco desde más cerca. Aunque cada uno de nosotros tiene sus gustos y preferencia