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ATLETISMO Sydney 2000

Fiesta de madrugada en Viladecans

Las cuatro de la madrugada no es una hora habitual para ir de visita. Sin embargo, ayer en Viladecans, una ciudad situada en el Baix Llobregat, entre Barcelona y Castelldefels, la casa de María Vasco se convirtió en una fiesta a esa intempestiva hora. Ubicada en un céntrico barrio, el timbre no dejaba de sonar. Vecinos, amigos, conocidos, todo el mundo quería felicitar a Jaime Barroso, atleta como ella, por lo que su esposa, María, acababa de lograr.Jaime vibró junto a otra atleta amiga de la familia, Raquel Rodríguez, durante la carrera de 20 kilómetros marcha que dio la medalla de bronce a su esposa. "Lo que más me impresionó fue verla entrar en el estadio", explicó Barroso, que acabó cuarto en los 20 kilómetros marcha del Mundial de Stuttgart en 1993. "Antes de la carrera hablé con ella y le dije que lo fundamental era que ofreciera una imagen de alegría al entrar en el estadio. Y la verdad es que me ha parecido exultante... ¡Le acababan de decir que iba tercera!".

El teléfono no paraba de sonar, y había un cierto bullicio cuando Barroso cogió de nuevo el móvil para hablar con María. Pero esta vez no logró articular palabra. "Apenas nos oíamos y sólo podíamos llorar". Tras un año de matrimonio -se casaron el 18 de septiembre de 1999- ésta fue la mejor celebración de aniversario. "María es sincera y tiene un carácter fuerte. Pero eso es fundamental para estar arriba en la alta competición. Yo soy distinto. Más calmado, tranquilo. Soy su contrapunto. Ella sabe que comprendo el esfuerzo que le ha costado esa medalla. Y creo que esto le da tranquilidad".

La mañana de ayer fue tan ajetreada como la madrugada. Jaime y los padres de María, también de Viladecans, vieron invadidas sus casas y fueron requeridos por los medios de comunicación y la televisión local, que les puso en contacto con María y con Valentí Massana, otro ilustre de Viladecans, que ganó el bronce en Atlanta en 50 kilómetros marcha. "María me dijo que estaba comiendo helados, y que se irían a bailar toda la noche", concluyó Barroso. "Y eso es algo muy especial, porque no es lo habitual".

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