Un manifiesto suscrito por 600 personas defiende Lizarra y pide una tregua a ETA

Más de 600 personas de diversos ámbitos sociales y culturales vasco suscribieron ayer un manifiesto bautizado como Documento de Zaramaga en el que abogan por la "paz, el diálogo y la distensión" en el País Vasco, al tiempo que defienden la vigencia del Pacto de Lizarra y exigen a la banda terrorista ETA una nueva tregua. A los Gobiernos español y francés les piden que respeten la voluntad de los vascos para resolver el "conflicto político".Los firmantes, entre los que se encuentran el fundador de ETA Julen Madariaga, el filósofo Javier Sádaba, los profesores de la UPV Ramón Zallo, Mikel Gómez Uranga, Pedro Ibarra, Petxo Idoyaga y Joseba Zulaika; el cantante Mikel Laboa; Emilio Olabarria, miembro de EA; el arquitecto Jon Nikolas Ituiño; el ex presidente del Parlamento vasco Juan José Pujana; el sociólogo José Ignacio Ruiz Olabuenaga; los periodistas Mirentxu Purroy y Koldo San Sebastián; militantes de los sindicatos nacionalistas ELA y LAB; numerosos sacerdotes y miembros de Elkarri consideran plenamente vigente el espíritu del Pacto de Lizarra, entendido como un "instrumento democrático" que permita "superar el conflicto que enfrenta a Euskal Herria con los Estados francés y español".

Para su resolución, el Documento de Zaramaga hace un llamamiento tanto a ETA como a los Estados español y francés para que resuelvan la situación a través de la ausencia de violencia, la vía del diálogo y el respeto "a la voluntad de la ciudadanía de Euskal Herria libremente expresada", según ha manifestado José Landaluce, firmante del manifiesto. El documento denuncia "todas las dificultades que en este momento ponen los diferentes agentes para la resolución del conflicto: ETA es una parte del conflicto, los Gobiernos de Madrid y París son otra parte del mismo y la sociedad vasca es la que lo soporta", afirmó Landaluce.

El documento, que recibe el nombre del barrio de Vitoria donde se gestó, ha recibido más de 600 adhesiones procedentes, en su mayoría, del mundo nacionalista e incluso de la izquierda abertzale. El manifiesto pide a ETA una "tregua de gran alcance y duradera en el tiempo". Asimismo, reclama a los partidos del Pacto de Lizarra que superen sus "dificultades" y pongan en común "alternativas y proyectos de superación del conflicto, en clave democrática y desde un talante de colaboración y confianza".

El documento, estructurado en cinco puntos, aboga por la "superación de toda violencia y la resolución definitiva del conflicto sin escatimar ningún tipo de esfuerzo político". Asevera también que las vías han de basarse en el respeto mutuo en la justicia y en la expresión de la palabra de Euskal Herria sin ninguna clase de coacción.