El presidente de Montenegro, preparado para una posible intervención del Ejército yugoslavo

dgorica (Montenegro)El presidente de Montenegro, Milo Djukanovic, del Partido Democrático de los Socialista (DPS), opuesto al régimen de Belgrado, no cree que vaya a producirse una intervención militar del Ejército de Yugoslavia, pero advierte: "Nos vamos preparando para ella". En toda Yugoslavia se iniciaron ayer las 48 horas de "silencio electoral" ante las elecciones presidenciales y legislativas en Yugoslavia y las municipales de Serbia, que se celebran mañana. Casi 7,9 millones de yugoslavos, más de 7,4 millones en Serbia y unos 450.000 en Montenegro, están convocados a las urnas. El Gobierno de Montenegro ha llamado a la población a abstenerse de votar en unas elecciones que considera ilegales.

Con el llamamiento a la abstención, Djukanovic y los dirigentes montenegrinos han hecho un flaco servicio a la oposición serbia. Los seguidores de Milosevic en Montenegro acudirán sin duda a votar por su caudillo. La abstención de los montenegrinos opuestos al régimen de Belgrado le quita votos al principal candidato de la oposición, Vojislav Kostunica, a quien los sondeos demoscópicos atribuyen una ventaja sobre Milosevic.Djukanovic sigue con su política de tira y afloja con Belgrado y ayer dio de nuevo una de cal y otra de arena. Según cita la agencia Reuters, el presidente afirmó: "Sea cual sea el resultado electoral, no creo que llegue a haber una intervención militar" contra Montenegro. A continuación declaró: "pero en Montenegro hemos tenido en cuenta esa posibilidad y nos vamos preparando para ella". En una declaración a la televisión rusa ORT, que recogía ayer en primera plana Pobjeda (Victoria), el diario oficial del Gobierno de Montenegro, Djukanovic insiste: "En caso de que Milosevic se decida a provocar un conflicto militar en Montenegro, no nos queda otra opción que defender nuestro país y nuestra libertad".

En Montenegro se encuentra estacionado el segundo cuerpo del Ejército de Yugoslavia, que cuenta con unos 20.000 efectivos. Este cuerpo del Ejército y la participación en los Juegos Olímpicos con un equipo común son casi los únicos lazos que existen todavía entre las dos repúblicas de Yugoslavia. En Montenegro casi sólo circula como moneda el marco alemán. El dinar yugoslavo sólo se acepta como medio de pago a un cambio de 35 por marco. El cambio oficial en Serbia es de seis dinares por un marco.

La presencia de los militares yugoslavos en Montenegro es una fuente de tensiones. Montenegro ha creado una policía especial, formada por instructores extranjeros. Esos policías, unos 15.000, van vestidos de negro y armados con metralletas. Estos agentes serían los encargados de hacer frente al Ejército de Yugoslavia en caso de conflicto. En las regiones del norte de Montenegro, vecinas a Serbia, donde el SNP, opuesto a Djukanovic y seguidor de Milosevic, cuenta con mayoría, se palpa el odio hacia esa policía especial. En Berane, el día en que Milosevic celebró su mitin electoral en Montenegro, una vieja que se encontró en la calle con varios efectivos de la policía especial montenegrina se santiguó y exclamó: "¡Dios mío ¿de dónde salen con esos uniformes? Parecen fascistas".

Candidatos presidenciales

Los casi ocho millones de electores convocados a las urnas en Yugoslavia deberán elegir entre cinco candidatos a la presidencia. Si ninguno de ellos gana la primera vuelta por mayoría absoluta, sería necesario recurrir a una segunda que debería celebrarse dos semanas después entre los dos mejor situados que, previsiblemente, serían Milosevic y Vojislav Kostunica. En ese caso, todo apunta a que los votos del resto de candidatos excluidos revertirían en Kostunica.La coalición que lidera, la Oposición Democrática Serbia (DOS), que agrupa a 18 partidos, es favorita en las encuestas por delante del Partido Socialista Serbio (SPS) de Milosevic y del Movimiento Democrático Serbio (SPO) del alcalde de Belgrado Vojislav Mihajlovic.

Por otra parte, 20 periodistas extranjeros que cubrían las elecciones yugoslavas, entre ellos uno alemán que tenía visado hasta el próximo día 30, han sido expulsados de Yugoslavia, según informa Efe, que cita fuentes diplomáticas alemanas.