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Sydney 2000 LA OTRA MIRADA

El día y la noche

Enric González

La curvatura del espacio-tiempo es un concepto difícil de comprender para el común de los mortales, ya que ni siquiera entenderemos nunca cómo funcionan el teléfono o la televisión. Y, sin embargo, unos cuantos estadounidenses -unos 100 millones- creyeron ser víctimas de una insólita distorsión einsteniana con origen en Sydney.Vayamos por partes. Casi todos sabemos que en Australia viven en otra hora y a veces incluso en otra fecha. Pero no tenemos muy presente el huso horario de la zona oriental de Australia. Casi nadie se extrañó, por tanto, cuando Today Show, el programa matinal de la cadena NBC, conectó por primera vez con sus enviados a Australia -el Today Show se hace siempre "en directo"- y se vio perfectamente que allí era aún de día.

Lo inquietante sucedía cuando se cambiaba de canal y se contemplaba el Good Morning de ABC. Con un letrerito sobreimpreso que decía "realmente en directo", ABC parecía demostrar que en Australia no era de día, sino de noche. "Ahí es de noche, ¿no?", le preguntaban a su enviado. "Totalmente oscuro", respondía el periodista con la convicción de quien ha comprobado la noticia con varias fuentes.

"En directo" era de día, pero "muy en directo" era de noche. La distorsión duró una semana, al cabo de la cual un alto ejecutivo de NBC, la cadena que retransmite los Juegos en exclusiva, compareció ante las cámaras para reconocer que su "directo" no lo era del todo y que, en efecto, a la mañana neoyorkina le correspondía una cerrada oscuridad en Sydney. La veracidad de las noticias de ABC quedó confirmada.

Quizá fue esa distorsión inicial. O quizá el hecho de que uno compra el periódico y descubre los resultados de todas las competiciones que NBC le va a servir, con locución vibrante y "en directo", durante la jornada. Pero los Juegos no han conseguido captar la atención del gran público estadounidense.

Quizá la solución sea retransmitir una y otra vez las pruebas de natación sincronizada, las más idóneas para una competición tan lejana en el espacio-tiempo.

Los resultados importan bastante poco, el espectáculo es considerablemente alucinógeno -sobre todo, si se refuerza con la apropiada dosis de cerveza- y, además, no hay forma de saber si las nadadoras hacen sus piruetas acuáticas de día o de noche.

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