El factor aire acondicionado

Hacía mucho frío en la sala. Tanto que pudo desvirtuar el resultado. De hecho, hubo abundantes fallos, quizá también influidos por el cansancio. Pero tengo la impresión de que influyó más la excesiva potencia del aire acondicionado. Las gimnastas llevan sólo las mallas, muy poca ropa, y la competición fue muy larga. Además, Sara Moro y las de su grupo tuvieron que repetir el salto porque el aparato estaba tres centímetros más bajo por un error de los jueces.Mi favorita era la rusa Khorkina. La ví entrenándose y pensé que tenía algo especial. Pero se cayó por segunda vez en las paralelas asimétricas, parece que su punto débil. Y, además, ha tenido el mismo problema que puede sufrir Esther Moya en la final de aparatos: sólo tiene un salto muy bien dominado y aquí hay que hacer dos. Además de perder el ánimo, ha fallado en el segundo.

Las rumanas me han sorprendido. Sé que están muy bien preparadas, que luchan y han trabajado muy duro. Pero han tenido la suerte de las campeonas. Resulta significativo que ninguna llegase a los 39 puntos. De las tres, la mejor es Raducan, más joven y más veloz que las otras dos.

Mis chicas, muy bien otra vez. Pero me he quedado un poco frustrado por esa caída de Esther en la barra que le ha costado 0,6 puntos. Fíjese el lector en la clasificación y añada esas seis décimas a la puntuación de Esther: se llevará una gran sorpresa. Y eso que nos hemos reservado el segundo salto -Laura Martínez lo hizo bien- que estamos preparando para la final de aparatos porque si lo hubiéramos sacado antes y no lo hubiese hecho bien habría quedado marcada por los jueces. Así tenemos dos días de recuperación y práctica de ese salto, que puede ser la clave. Vamos a hacer un cuervo en plancha, que tiene el valor inicial de 9,90, y el suyo habitual, que vale 10. O sea, al mismo nivel de dificultad de las grandes favoritas.