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Mujeres

Miguel Ángel Villena

Los velos del fanatismo en las calles de Afganistán, de Argelia o de Irán; las ablaciones de clítoris en muchos países de África que mutilan y condenan de por vida a niñas y adolescentes; las pequeñas esclavas sexuales de Tailandia que sebosos y despreciables europeos, americanos o japoneses utilizan para su esparcimiento en viajes turísticos que ya incluyen la prostitución infantil en sus programas de fiestas; mexicanas, centroamericanas o peruanas que mueren durante sus embarazos o partos por falta de hospitales, de una asistencia sanitaria en las condiciones debidas; europeas con discriminaciones salariales por razón de sexo, víctimas en muchos casos de malos tratos por parte de sus maridos, novios, hermanos o padres que consideran a las mujeres como objetos de su propiedad al grito de "la maté porque era mía"; jóvenes sometidas a unos fanatismos religiosos que predican la prohibición de los anticonceptivos o la poligamia; ancianas analfabetas de países en vías de desarrollo que no han tenido ninguna opción en esta vida porque ni siquiera han podido ir a la escuela, dado que de los 880 millones de personas en el mundo que no saben ni leer ni escribir dos tercios son mujeres.A todas ellas y a muchas más está dedicado el reciente informe publicado por Naciones Unidas, que traza un panorama aterrador de la condición femenina. Pero más allá de las cifras, detrás de cada número, se esconden rostros, tragedias, ilusiones truncadas, injusticias sangrantes... Alabadas y mitificadas siempre por el poder, exaltadas en la literatura, el cine y el arte, en realidad las mujeres han sido condenadas a ser eternas ciudadanas de segunda clase. A esta edulcoración cínica de la figura femenina no ha escapado ninguna ideología masculina. Hasta el sátrapa con ínfulas de poeta de Mao Zedong definió a la mujer como "la mitad del cielo". Para romper estas trampas las progresistas inventaron aquel lema, que gritarán dentro de unas semanas en las manifestaciones convocadas en Nueva York y Bruselas, de "la mitad del cielo, la mitad de la tierra, la mitad del poder".

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