El PP impone su mayoría para evitar que en las nuevas matrículas figuren distintivos autonómicos

Los argumentos utilizados por todos los grupos de oposición del Congreso no conmovieron al Grupo Popular y al Gobierno. Las placas de matrícula en España tendrán el símbolo europeo y la E de España sin distintivo de la comunidad autónoma tal y como pretendían añadir CiU, PSOE, PNV, IU, CC y Grupo Mixto por respeto al modelo constitucional que consagra la pluralidad de España. La oposición criticó la actitud de "ordeno y mando" del Ejecutivo y auguró que se desatará la "guerra de las pegatinas" para dotar a las matrículas de símbolos autonómicos.

El PP justificó la defensa de su modelo por atender "al sentir mayoritario de la sociedad" y porque el sector de la automoción no quiere la identificación autonómica, pero sus argumentos no convencieron a la oposición. Los más beligerantes fueron los representantes de CiU, que al ver derrotada su iniciativa parlamentaria acusaron al PP de incumplir el compromiso de miembros del Gobierno que habían asegurado al grupo nacionalista la aceptación de sus pretensiones. Los socialistas habían querido convencer al Ejecutivo dejando a su elección el símbolo autonómico que pudiera figurar, ya fuera un escudo o las tres primeras letras de la comunidad autónoma. Pero el PP se negó y sus 164 votos rechazaron la iniciativa catalana, que fue sustentada por 141 votos. Por segunda vez en la tarde el PP se quedaba solo, pero triunfante. Antes, su mayoría absoluta le había servido para derrotar a la oposición en su pretensión de regular las parejas de hecho.

Por tanto se mantiene intacta la Orden Ministerial del pasado 15 de septiembre, por la que España adopta el modelo comunitario en las matrículas de los vehículos. El diputado de CiU Jordi Jané ya acusó el pasado viernes al Gobierno de "despreciar" al Parlamento, cuando aprobó la nueva norma para las matrículas a sabiendas de que cuatro días después se iba a debatir esta proposición no de ley del Grupo Catalán. Como todo estaba ya perdido, Jané desveló que, en conversaciones con "varios ministros, incluido el señor Mayor Oreja" se les había asegurado que su modelo era aceptable. Algunos países de la UE admiten distintivos regionales o provinciales en sus matrículas.

Los argumentos de la oposición fueron coincidentes y nadie cuestionó que en las placas figure la E de España. Todos los portavoces apelaron a razones constitucionales, de sensibilidad social, de sentimientos, de reforzamiento de la identidad de España, así como a la oportunidad de evitar "la guerra de las pegatinas", como dijo el portavoz de IU, Luis Carlos Rejón.

Nada de lo expuesto caló en el portavoz del PP Manuel Seco. "Atendemos al sentir mayoritario de la sociedad", dijo Seco, leyendo muy deprisa encuestas de diferentes institutos según las cuales el 85'6% de los españoles estaban a favor del modelo europeo, y desglosó algunas provincias: "El 86% en Barcelona, el 83% en Vizcaya, el 76% en A Coruña". Desde la oposición se hacían aspavientos al dar por seguro que a esos ciudadanos no se les preguntó si junto al símbolo europeo y a la E de España podía figurar el distintivo autonómico. La segunda razón del PP fue la de que "el sector de la automoción está en contra de la identificación autonómica".

Además, Seco arremetió contra el PSOE y CiU y aseguró que el PSOE estuvo a punto de aprobar en 1995 un Real Decreto por el que se adoptaba la normativa comunitaria. "Incluso estaba en el orden del día, pero lo sacaron y las razones no hay que preguntárselas a los socialistas sino a CiU", manifestó.

Ante esta respuesta, socialistas y nacionalistas dudaron del "giro catalanista" que el PP se tribuyó el pasado fin de semana en su congreso de Cataluña. "Parece que han ganado las tesis de Aleix Vidal Quadras y no las de Josep Piqué", señalaron y criticaron el "ordeno y mando" que achaca la oposición al Gobierno por no atender el reconocimiento de la España autonómica.